La crisis europea tiene en vilo al Merval
Expectativa. Esa es la palabra que reinó en los mercados durante la semana que pasó y que sin dudas, seguirá presente en la que vendrá: expectativa por la crisis europea en general, por si Grecia dejará o no el euro, por si Hollanda conseguirá la mayoría en el Parlamento francés, por el futuro de España, por si Italia necesitará pedir ayuda y, especialmente, por si la Fed decide inyectar más liquidez en los mercados.
Lo político tendrá mucho peso esta semana y hasta algunos analistas se inclinan a pensar que ahora empezarán a verse más definiciones y no "de aquí a tres meses", como dijo la directora del FMI.
Volviendo al Viejo Continente, puntualmente a Grecia, se sabe que una victoria de Syriza, el partido de izquierda, podría acelerar una salida del país de la unión monetaria, ya que el partido ha señalado que no respetará las condiciones del Memoramdum de Entendimiento firmado con la "troika".
Los mercados estarían más aliviados con un triunfo de la Nueva Democracia, aunque su líder Antoni Samaras ha indicado en los últimos días que revisará los términos de los acuerdos firmados por Grecia.
Además, también hoy se lleva a cabo la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia que, según las encuestas, dan como triunfador al socialismo, asegurándole al actual presidente la mayoría en la Asamblea.
En tanto, el lunes y el martes será la reunión del G-20 en Los Cabos, México, donde el tema principal pasará por la crisis de Grecia y la situación financiera de España, aumentando la presión sobre la Unión Europea -puntualmente sobre Alemania- para la adopción de nuevas estrategias que reviertan el clima de desconfianza.
Al margen, todas las miradas estarán puestas en la reunión que la Reserva Federal realizará entre el martes y el miércoles: se espera que el jefe de la entidad, Ben Bernanke, anuncie una nueva Operación Twist y que ofrezca señales de que está dispuesto a una nueva expansión monetaria si fuera necesaria.
En ese sentido, si los inversores clamaban por nuevos estímulos, a juzgar por los débiles datos conocidos en los últimos días sobre Estados Unidos, pronto debería haber novedades: el sector laboral continuó mostrando debilidad y el industrial también, lo cual conduce a los inversores a ilusionarse con un guiño de la Fed.
Incluso, la agenda macro americana brindará varios reportes acerca del sector inmobiliario, talón de Aquiles -junto con el laboral- del gobierno de Barack Obama, quien según trascendió días atrás, ya no contaría con el apoyo de Wall Street, que mira con mejores ojos a su opositor republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, Mitt Romney.
A su vez, China aportará algunos informes, como el PMI Manufacturero, que servirá para evaluar cómo va la economía del gigante asiático, que en este junio intenso que estamos transitando también dio que hablar, tras la decisión del Banco Popular de bajar las tasas de interés por primera vez desde 2008.
En lo local, las restricciones cambiarias seguirán preocupando a los mercados, que al menos se relajaron en torno a los rumores de pesificación, luego de que el gobierno nacional aclarara que los tenedores de Boden 12 cobraran en dólares -y no en pesos al tipo de cambio oficial-, el próximo 3 de agosto.
Como dato reciente, vale destacar el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que salió anteayer, poco antes de terminar la rueda, y que confirmó un crecimiento de la actividad económica de sólo el 0,6% en el mes de abril.