La nueva (r)evolución
Delegados sindicales millennials, aumentos del 32% para el personal fuera de convenio y las máquinasque reemplazarán los puestos de trabajo actuales fueron sólo algunos de los temas de un summit que marcala nueva agenda. Cómo es la era de los coders y la adaptación de los CEO a la nueva generación
No se trata de una evolución, sino de una revolución. Con esa idea como disparador surgió el primer Summit de Recursos Humanos organizado por LA NACION con la colaboración de Digital House.
El anticipo de la jornada fue el mejor termómetro del interés. Un solo anuncio en el suplemento Comunidad de Negocios fue suficiente para que cerca de 300 personas colmaran el Malba, y que la idea original de hacer un encuentro 360 se reproduzca en lanacion.com.ar y comunidaddenegocios.com.ar con objeto de compartir las casi cuatro horas que duró el encuentro.
El récord de views en la Web y la fuerza de los conceptos demuestran que los millennials –aquellos que llegaron a su vida adulta con el cambio de siglo– son una realidad que ocupa la agenda de los número uno y de sus áreas de Recursos Humanos con cada vez mayor preeminencia.
Andrés Hatum, profesor de Management y Organización de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella, fue directo al corazón del auditorio. "¿Cuántos de ustedes son jefes?" Aunque tímidas las manos se fueron levantando y más del 65% de los presentes se hizo cargo. Luego se refirió a las "bestias organizacionales" como el gen de los malos referentes.
"No lo sean", disparó. Es decir, a aquellos que apelan al micromanagement y la no delegación para realizar su trabajo y que toman tareas realizadas por sus subordinados y se quedan con el crédito. "Ahí es donde la gente sana de la cabeza dice: «Yo me voy», porque hay psicopatías que de las compañías pasan a las personas, y la gente se queda arraigada y no sabe qué hacer", explicó. Y eso no tiene que ver con una cuestión de edad o de generación.
De hecho, uno de los debates que se generó fue también cómo pueden los CEO de la Generación X o los baby boomers sentirse un poco más millennial. "No tenemos chances. O nosotros cambiamos o ellos nos cambian", apuntó Martín Migoya, presidente de Globant, quien aseguró que en su compañía lograron desarrollar una cultura adaptada a la nueva fuerza laboral que acepta "todas las prerrogativas que quieren", por ejemplo, vacaciones largas. "Cuando vos te ponés al mismo nivel y tenés la capacidad de estar hablando con ellos, tu aporte es absolutamente diferente y verdadero, y así es como se tira para adelante la compañía", subrayó Alexia Keglevich, CEO global de Assist Card.
Por su parte, Paula Uhalde, secretaria de Cultura Ciudadana y Función Pública de la ciudad de Buenos Aires, aseguró que la "búsqueda de sentido" –tanto en el plano personal como en el laboral– de los millennials está relacionada con la vocación de servicio del empleo gubernamental.
"Si no les gusta lo que ven, patean. Si logramos canalizar esa energía con una nueva mirada de profesionalización [del empleado público], probablemente tengamos el país o la ciudad que nos merecemos", reflexionó.
Pablo Maison, vicepresidente de Recursos Humanos de Unilever, reconoció que el nivel de atracción del talento joven desciende cuanto más rígidos son los procesos y las jerarquías, y que es mejor tomar medidas para adaptarse. "Un joven tiene cada vez menos interés en estar sentado ocho horas en un escritorio", agregó.
Romina Cavanna, vicepresidenta de Recursos Humanos de Pan American Energy, busca "tratar de acercar visiones" y evitar que su área sea "la villana de turno".
Por su parte, Nelson Duboscq, cofundador de Digital House, aseguró: "Los jóvenes quieren lo mismo que nosotros, pero ya tienen otras herramientas. Nos vieron trabajando sábado y domingo toda la vida. Mi hija me dice: «Papá, trabajá y divertite, pasala bien»". Ahí fue el turno de Julián De Diego, el abogado laboralista, que se refirió a una tendencia aún desconocida: la era de los delegados sindicales millennials. "Tienen otros códigos, otras características y otras metas. Lo mejor es conocerlos de antemano para llevar una negociación a buen puerto", concluyó.