La polémica sobre las reservas netas sumó un nuevo dato que invita a la mesura
El BCRA informó indirectamente hoy que su tenencia al final de marzo seguía siendo negativa, lo que explica las precauciones sobre el desarme del cepo cambiario
La discusión abierta sobre si el nivel de reservas netas en poder del Banco Central (BCRA) volvieron ya a terreno positivo o se mantienen negativas encontró hoy un argumento de origen oficial que favorece esta segunda opción.
En el comunicado por el que la entidad monetaria anunció hoy nuevas medidas “frente a la evolución de la coyuntura económica y las condiciones de liquidez” (que incluyen baja de tasas de interés y una primera suba de encajes, que por ahora sólo alcanza a los fondos comunes de inversión money market) reconoce que pudo acumular desde el cambio de gobierno “reservas internacionales netas por US$ 8700 millones” al cierre del primer trimestre de 2024, según la metodología de medición de esta sensible variable que figura en las metas del acuerdo renovado con el FMI.
Dado que en ese mismo acuerdo, meses atrás, se reconoció que la nueva gestión arrancaba con reservas netas negativas en US$11.200 millones, de la contraposición de cifras surge que al menos hasta fin de marzo la tenencia propia del BCRA se mantenía negativa en unos US$2500 millones.
Incluso hay analistas que la estiman levemente más abajo, porque -siguiendo los criterios del FMI- incluyen en los pasivos a restar los compromisos de pago asumidos para lo que resta del año por unos US$1600 millones, derivados de la emisión del Bopreal I, bono que comienza a devolver capital desde fin de junio.
“A nosotros esa cuenta, que consiste en restarles a los activos en dólares los pasivos asumidos con los swaps con China, el Seguro de Depósitos y los encajes prudenciales, nos daba -US$3300 millones hasta el martes”, explica el economista Pablo Repetto, jefe de analistas de Aurum Valores.
En comunicado del BCRA de hoy se afirma que se acumularon reservas netas por USD 8.700 M. Esa cifra parecería que no incluye el descuento de los vencimientos que deben afrontarse en los siguientes 12 meses de BOPREAL 2025. De este modo se confirma lo que venimos sosteniendo: Las… pic.twitter.com/DpGeq8y76u
— Aurum (@Aurum_Valores) April 11, 2024
En cualquier caso, es un número que debe haber seguido mejorando en los últimos días porque el BCRA sumó, mediante intervenciones sobre el mercado cambiario oficial, otros casi US$1800 millones en lo que va del mes (unos US$766 en esta semana), pero se mantiene en terreno negativo aún, pese a que algunos operadores y analistas se apresuraron a decir en las últimas horas que se había cruzado esa línea.
Claro que, al mismo tiempo, vale recordar que la entidad monetaria pidió reprogramar hasta fin de mes (como lo hacía muchas veces la administración Fernández cuando necesitaba salir a pedir otros préstamos para hacerlo) el pago por unos US$1940 millones comprometido con el FMI.
“Hay una multiplicidad de números dando vueltas según el criterio de resta aplicado para determinados pasivos en moneda extranjera, lo que aporta bastante confusión. El denominado cálculo de liquidez externa consiste en restar todos aquellos pasivos en moneda extranjera con plazo de vencimiento original de menos de un año vista. Al cierre de marzo te daba entre US$4000 y US$4850 millones abajo a fin de marzo y depósitos del Gobierno por US$1000/1850 millones. Y el cálculo que surge de la definición de la meta de acumulación de reservas del PFE [Programa de Facilidades Extendidas] 2022 con el FMI, que parte de la metodología descripta, pero dejando fijo el tipo de cambio en el punto de partida (10/12/2023) y no resta los depósitos del Gobierno, está más arriba y no falta mucho para que pase a terreno positivo”, explicó en un informe la consultora Outlier.
El BCRA viene acumulando reservas a costa de aumentar su deuda con importadores. Según nuestras estimaciones, el BCRA aumentó nuevamente su deuda con importadores en 0.9% a USD58.430 millones en Q1 2024, asumiendo neto de USD7.981 millones BOPREAL.
— Tomas Baioni (@tbaionii) April 10, 2024
No es una dinámica sostenible: pic.twitter.com/LEUlJfxWcr
En todo caso, el llamado a la mesura no apunta a desconocer las compras por más de US$13.200 millones que concretó en los últimos cuatro meses el BCRA ni tampoco a relativizar el encomiable trabajo que sus autoridades (y las del equipo económico en general) vienen realizando para limpiar su hoja de balance, a partir de ir rescatando bonos de la deuda pública que ya rebalsaban su cartera de inversiones o de cancelar pasivos de origen externo tomados sólo para disimular la crisis de reservas, como la desactivación total del swap indisponible por más de US$3100 millones que había con el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés).
Sólo intenta recordar por qué el Gobierno mantiene el cepo cambiario, que va flexibilizando a cuentagotas, pese a que se está iniciando la denominada “temporada alta” de oferta de divisas (por la liquidación de una cosecha gruesa que será buena): porque los números siguen en rojo, básicamente, porque el pozo desde el que había que salir era inéditamente profundo.
Además, hay que tener en cuenta que la contraparte de las sostenidas compras de dólares fue una reprogramación de los pagos por importaciones (siguiendo los nuevos plazos fijados), que hizo volver a subir la deuda comercial exigible hasta los US$58.000 millones, según las últimas estimaciones de mercado.
Son empresas que esperan en fila que se cumplan los tiempos de acceso al mercado cambiario oficial y que irán engrosando en las próximas semanas las compras privadas, aún cuando la recesión local ayude a que la demanda nueva de divisas se mantenga acotada.
En resumen, sin dudas hay razones para ser optimistas sobre la sostenida recomposición que registran las reservas del BCRA, pero parece algo temprano para proclamar que el precipicio quedó atrás.