La receta de los negocios: los Nardatips para emprendedores
Después del éxito de los consejos para comer mejor que lanzó en Twitter, Narda Lepes se anima a dar unas recomendaciones para llevar adelante un proyecto basadas en su experiencia como empresaria gastronómica; desde la necesidad de reconocer rápido los errores hasta la importancia de animarse a romper con los estereotipos
1 Tener en claro los objetivos
Antes de encarar cualquier proyecto, Narda Lepes destaca la importancia de identificar cuáles son los objetivos que persigue el emprendedor.
"Tener un objetivo va a servir para poder priorizar", asegura la cocinera. "Lo primero que hay que saber cuando uno se lanza con un proyecto nuevo es tener en claro lo que uno quiere. El objetivo puede ser ganar plata, tener una idea y la satisfacción que implica poder llevarla adelante, o terminar de sacarse de encima algo que te viene rondando por la cabeza hace años. También puede ser que uno encare un proyecto por una cuestión de ego o de prestigio. Creo que todo es válido, pero lo importante es saberlo de antemano, porque si uno no tiene en claro lo que quiere, lo más probable es que después termine tomando malas decisiones".
Narda precisa que en su rol de consultora de proyectos de terceros, una de sus primeras tareas es identificar de entrada los objetivos de los inversores, lo que implica un grado de involucramiento mucho mayor que el de un simple asesor. "Me gusta participar en todo el proceso de un lanzamiento. Desde el desarrollo del producto hasta la forma de comunicarlo y por eso me involucro en la campaña publicitaria y en el brief que le hace la marca a la agencia", explica.
2 Romper con los estereotipos
En un rubro como el gastronómico en el que la tentación de replicar algo que funciona siempre es muy grande, Narda asegura que una de las premisas con las que se maneja a la hora de encarar un nuevo proyecto es diferenciarse de la oferta existente y barrer con los clichés de la categoría, ya sea un restaurante japonés, una feria gastronómica o una rotisería vegetariana como la que acaba de inaugurar en Nordelta y que pronto ser replicará en otras zonas de Buenos Aires. "Con el nuevo proyecto de Todxs queremos romper con el estereotipo del restaurante vegetariano. Esa onda de comedor marrón o beige, medio hippie. La idea es hacer un lugar moderno, que sea abierto para todos, no solo para el vegetariano sino también para los consumidores que buscan una opción saludable", sostiene.
Narda explica que la apertura de Todxs se inscribe dentro de una cruzada por la comida saludable, que lleva adelante lejos de todo fundamentalismo o postura dogmática. "La idea no es aleccionar a nadie, pero sí de a poco a ayudar a que la gente se haga más amiga de los vegetales y las legumbres. Estoy segura de que va llevar un período de adaptación, pero tengo claro que no podemos seguir consumiendo proteína animal a este ritmo".
3 Reconocer rápido los errores
Lejos de la idea de moda que asegura que equivocarse es lo mejor le puede pasar a un emprendedor, Narda sostiene que cometer un error no significa precisamente algo positivo, pero destaca la importancia de reaccionar rápido ante los inevitables pasos en falso que siempre se dan cuando se inicia un proyecto nuevo.
"El control de daños es todo. Reaccionar a tiempo, te permite equivocarte muchas veces. Puede ser un proveedor que no sirve o un plato del menú que no funciona. En este negocio a todos nos pasó que tenemos una idea preconcebida de cómo queremos que la gente se sirva en el restaurante o como tiene que estar ordenada la carta. Pero muchas veces, esas ideas que nos parecían tan geniales cuando las pensamos en la etapa previa al lanzamiento del proyecto, no funcionan en la realidad y ahí hay que saber reconocer estos errores y reaccionar rápido", explica la emprendedora.
La popular cocinera sostiene que uno de los mayores desafíos que enfrenta cualquier emprendedor pasa por admitir que se cometió una equivocación, con el costo implícito que implica en materia de autoestima. "En este punto, controlar el ego es superimportante, porque no hacerlo puede convertirse en el peor error de un emprendedor. No enamorarte de tu idea, saber que te podés equivocar, tener capacidad de reacción, son aspectos fundamentales", explica. "Guardar el ego es siempre lo mejor: así no perdés tiempo y no perdés plata", dice.
4 Ciudar la marca personal
A partir del éxito que tuvo su programa en el canal Gourmet, Narda Lepes se convirtió en una cocinera mediática, lo que le abrió las puertas con anunciantes y potenciales socios. Frente a esta tentación de hacer negocios rápidos, Narda sostiene que lo mejor es ser muy cuidadosa a la hora prestar el nombre. "Me cuido mucho cuando me buscan para promocionar un producto o una marca. Una regla a la que me atengo es que si yo no compro ese producto, no lo puedo vender".
En tiempos de las redes sociales además destaca la necesidad de un manejo específico de cada plataforma. "Yo manejo muy separado las redes e intento no repetir los contenidos de Twitter en Instagram, sin descuidar tampoco a la televisión que siempre te abre muchas puertas". En las redes sociales su último gran éxito fueron los tips para cocina que comenzaron casi como un juego y sin quererlo se convirtieron en un suceso en Twitter. "Empecé una tarde con la idea de correr un poco la vara de los típicos consejos de cocina. De entrada quería hacer algo así como diez tips para comer mejor, pero me fui cebando y cuando llegué a los veinte, le di para adelante hasta terminar en 104. La verdad es que fue un golazo y además me resultó muy divertido".
5 Aprender el negocio
Una de las máximas del mundo gastronómico es que es muy difícil, por no decir casi imposible, pegarla con el primer restaurante. En este negocio, aseguran todos, es casi obligatorio equivocarse de entrada para recién en el segundo o tercer intento, alcanzar un negocio rentable.
A grandes rasgos, Lepes coincide con el diagnóstico. "Mis primeras experiencias como empresaria gastronómica fueron a fines de los '90 con los restaurantes Club Zen y Ono. Los dos estaban llenos pero económicamente nos iba mal. Es un negocio muy difícil y en el que hay que saber o aprender de todo. Para que te vaya bien, tenés que saber de administración, de costos, de cocina, de proveedores. Y tener claro que saber de cocina, no significa que puedas tener un restaurante", sostiene.
Otro punto a tener en cuenta es tener en claro cuál es la función del dueño dentro del proyecto. "Hay dueños de restaurantes que están haciendo todo el tiempo el trabajo de otro, asumiendo las funciones que deberían estar a cargo de otros empleados. Al final termina cubriendo los mini baches, cuando falta hielo en mitad de la noche o se quedaron sin dulce de leche, y no están presentes para lo que realmente importa es que dirigir el negocio".
6 Saber armar equipos
"Para cualquier proyecto, es fundamental saber armar un equipo, en el que cada miembro en su área sea mejor que vos. Si uno busca rodearse de gente que solo haga lo que uno le pide, no suma nada y al final no termina sirviendo para el proyecto. Pero claro que para lograrlo es clave reconocer que no se puede ser el mejor en todo", explica la cocinera.
El reconocimiento de las limitaciones personales es clave para descubrir el talento de cada miembro del equipo y aprender a delegarle tareas específicas. "Lo único que no se puede delegar es la parte de entender del negocio. Siempre busco entender de qué se trata una tarea o parte del negocio para después poder transmitir lo que quiero".
A la hora de liderar un equipo de trabajo, Narda asegura que hay que ser especialmente cuidadosa en la manera de comunicar para evitar errores de interpretación o conflictos innecesarios.
"El 70% de los problemas en general tienen un origen semántico. Hay que ser muy específicos en el vocabulario que se utiliza para hacer un pedido o dar una orden y asegurar que la otra parte nos entendió. Otro tema clave es no irse nunca de una reunión con una duda o un concepto que no se entendió. Puede ser fatal".
7 Repartir los huevos en varias canastas
Una de las premisas del mundo entrepreneur es que cuando se lanza un proyecto lo mejor es quemar las naves y concentrar todos los esfuerzos en el nuevo emprendimiento, sin dejar lugar a la especulación. Narda, en cambio, no comparte esta visión y prefiere diversificar sus apuestas profesionales.
"Me gusta tener muchos huevos en diferentes canastas. Sé que está en contra de lo que comúnmente se piensa de los emprendedores, pero yo funciono así, entre otras cosas, porque me gusta hacer algo que nunca hice. Siempre digo que funciono mejor cuando pongo mi energía en muchos proyectos, que de entrada pueden no tener algo que ver uno con el otro, pero que a la larga se terminan tocando en algún momento".
La apuesta por la diversidad se aplica no solo en materia de proyectos empresariales sino también en los diferentes roles que asume en cada uno de los emprendimientos. "En algunos proyectos participo como socia y en otras solo soy la cara de una marca. En muchos casos participo en el desarrollo de un producto pero no aparezco públicamente. Me gusta estar en distintas sillas y de paso a aprender lo que hay que hacer en cada función".