Empezó en el jardín de su casa y creó un negocio saludable de $22 millones
Bajo el lema de que en cuerpo sano hay una mente sana, Ramiro Garnil busca aplicar esa filosofía en las empresas. Con una idea que nació en los jardines de su casa, hace entregas de paquetes saludables con frutas, frutos secos y jugos naturales a pequeñas y grandes compañías y factura casi $22 millones al año.
Garnil encontró las semillas de su negocio en un recuerdo infantil. Cuando era pequeño, en el jardín de la casa de sus padres recolectaba frutos de los árboles, que luego vendía en la calle. Primero se dedicó a vender plantas frutales, hasta que se topó con una gerente de una empresa que le dio el puntapié para dar el siguiente paso: ofrecería frutas para las firmas que quieran dar a sus empleados una opción más saludable para comer durante la jornada laboral. Así surgió Fruitlosophy.
"Empecé hace seis años y hoy llevamos propuestas saludables a las empresas para tratar que los empleados se transformen en personas saludables. Por el sedentarismo de la oficina, elegís una medialuna antes que una fruta. La empresa que lo entiende bien logra una entidad saludable, más energía y más productividad para las personas que trabajan allí", explicó Garnil a LA NACION.
Según explicó el fundador de Fruitlosophy, el servicio lo contrata la empresa y se hacen pedidos fijos, generalmente por semana y por cantidad de frutas por persona. "Compramos la fruta, la llevamos a nuestro depósito y cada día salen los pedidos", afirmó. Esos paquetes saludables se portan en un cajón que puede volver a utilizarse.
En total, la marca abastece a 67 clientes y vende unas 80.000 unidades por semana, de las cuales 70.000 son frutas y el resto, frutos secos. Generalmente se vende alrededor de $8 a $12 por unidad. La facturación del año pasado fue de $21,94 millones y la estimada para 2019 es de $27,60 millones.
Su mayor cliente es la empresa más grande del país: YPF. A la petrolera le realizan entregas dos veces por semana y le venden aproximadamente 16.000 unidades semanalmente.
Hay 20 personas que trabajan en las oficinas de Fruitlosophy en Martínez, entre personas que arman los pedidos, realizan las ventas, administran y llevan la mercadería a las empresas. Los insumos saludables se entregan en cajones retornables y se eligen en base a un criterio estacional.
"Son frutas surtidas de estación. Ahora compramos una máquina exprimidora de cítricos y ofrecemos botellitas individuales con jugos naturales", explicó Garnil.
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