Por la caída en las ventas: la empresa que produce Voligoma, La Gotita y Poxipol suspendió 150 trabajadores
Akapol aplicará la medida durante dos meses; dice que tiene stock para los próximos cinco
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La empresa Akapol, que produce las marcas de pegamento Voligoma, La Gotita, Poxipol y Fastix, decidió suspender a la totalidad de su planta de Pilar, unos 150 trabajadores, por la caída en las ventas de sus productos.
La medida sería aplicada durante 60 días. La empresa indicó que cuenta con el stock necesario para abastecer el mercado local por los próximos cinco meses.
Según detallaron medios locales, la licencia comenzó a regir el 1 de mayo pasado, y se extenderá hasta el 30 junio. “Desde la empresa manifiestan que bajaron muchos las ventas desde principios de año, y por otro lado tienen stock suficiente para los próximos meses. Por eso necesitan parar a cero la fabricación, por 60 días”, indicó Pilar a Diario.
La empresa, de capitales nacionales, fue fundada en 1960. En 1972 inauguró su planta en Zelaya, de casi 18.000 m2. Produce las marcas de pegamento y adhesivos Voligoma, La Gotita, Poxipol, Poxilina, Poxi-Ran y Fastix.
Los datos oficiales de empleo vienen rezagados y todavía no reflejan el impacto de la recesión. Sin embargo, en febrero, según la Secretaría de Trabajo, se perdieron 20.666 puestos privados formales (69.920 desde diciembre) y en marzo serían unos 34.166, según una proyección del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En las últimas semanas, se profundizaron las suspensiones y los despidos en grandes empresas de diferentes sectores. Fate, una de las mayores empresas de fabricación y exportación de neumáticos en el país, anunció el recorte de 97 empleos por “pérdida de competitividad” en su rubro.
En tanto, la empresa de electrodomésticos Whirpool anunció una reestructuración de su operación en el país, que incluye el recorte de un turno de producción y la reducción de por lo menos 60 puestos de trabajo en su planta de pilar, donde cuenta con una plantilla de 400 empleados.
Acindar, por su parte, analiza parar por segunda vez en el año su planta de Villa Constitución (Santa Fe), de la que dependen unas 2500 personas. En la primera parada se suspendió al personal tercerizado.
En Santa Fe también la fábrica de heladeras comerciales Inelro suspendió a 100 operarios sin plazo de retorno, y la planta de Briket (tiene una producción similar) redujo su plantel a la mitad.
Entre las automotrices también hay problemas. General Motors frenó tres veces la producción en el año y puso en marcha un programa de retiros voluntarios (tiene 1200 empleados). Toyota ya lo tiene y apunta a recortar a 400 de sus 8500 operarios y Renault no renovó 270 contratos (cuenta con unos 1900 trabajadores).
Y hace un mes, la multinacional Pepsico despidió a 36 de sus 400 trabajadores de la planta del Parque Industrial General Savio de Mar del Plata. Planteó que era para “garantizar la viabilidad a largo plazo de la compañía”, que se encuentra en un “entorno económico desafiante”.
LA NACION
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