Donald Trump volvió a sacudir los mercados globales. El presidente estadounidense ordenó una suba generalizada de aranceles del 10% a todas las importaciones y aplicó un golpe más duro contra China, al imponer un tributo total del 54% sobre los productos de ese país. La respuesta no tardó en llegar: Beijing anunció hoy que aplicará aranceles adicionales del 34% a las importaciones estadounidenses, con vigencia desde el 10 de abril. Así, quedó virtualmente reactivada la guerra comercial que había marcado su anterior mandato.