
¿Sirve la macro o sólo existe la microeconomía?
Los austríacos piden prudencia en el análisis macroeconómico, pero a veces exageran, dicen Dillard y Ackley
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Dada la existencia de los hombres y las mujeres de carne y hueso, la razón de ser del análisis del comportamiento individual de los agentes económicos (la microeconomía) no está puesta en duda. No ocurre lo mismo con la macroeconomía, que analiza el comportamiento de los agregados económicos.
Para clarificar esta cuestión entrevisté a un par de norteamericanos: Dudley Dillard (1913-1991), profesor en Maryland, y Hugh Gardney Ackley (1915-1998), profesor en Michigan, quien entre 1964 y 1968 presidió el Consejo de Asesores Económicos del presidente Lyndon Baines Johnson. La economía de John Maynard Keynes , que Dillard publicó en 1948, y Teoría macroeconómica , que Ackley publicó en 1961, dominaron respectivamente las dos primeras generaciones de los manuales que se ocuparon de la macroeconomía de corto plazo.
-¿Quién la inventó?
Dillard: -Keynes, en La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero , que publicó en 1936. Podrá discutirse la relevancia de las explicaciones clásica y keynesiana de la determinación coyuntural del nivel de actividad económica; es decir, podrá discutirse la medida en la cual, en cierto momento, en determinado país, el PBI observado se debe a razones de oferta o de demanda, respectivamente. Pero tal discusión se da en un marco conceptual bosquejado en la referida obra de Keynes.
-¿Por qué dice bosquejado?
Dillard: -Keynes era un gran escritor, pero La teoría general fue escrita a las apuradas, y no tuvo tiempo de corregirla (lo cual hubiera ahorrado mucha saliva y tinta). Lo que hoy conocemos como macroeconomía de corto plazo resultó de un esfuerzo encarado por muchos colegas (como Franco Modigliani y James Tobin), durante las décadas de 1940 a 1960, transformado a partir de las de 1970 y 1980, y en vías de nueva modificación a raíz de la crisis económica desatada a partir de 2007.
-¿Inventó al menos el término?
Ackley: -Tampoco. Paul Anthony Samuelson afirmó que Ragnar Anton Kittel Frisch, gran acuñador de términos (por ejemplo, econometría) estuvo a punto de inventarlo, cuando se refirió a macrodinámica. Algunos sostienen que en 1811 Joseph Lang planteó el primer modelo macroeconómico matemático. Pero más allá de todo esto, el aporte de Keynes es central desde el punto de vista metodológico.
-La tradición austrí aca (más apropiada que la escuela austríaca, según Rafael Beltramino) no le asigna validez a la macroeconomía.
Ackley: -En cierto sentido tiene razón, pero exagera. Recomienda un uso prudente del enfoque macroeconómico, particularmente desde que se americanizó y, por consiguiente, se volvió mecanicista. A Keynes nunca se le hubiera ocurrido la idea de "sintonía fina" (se le ocurrió al norteamericano Walter Wolfgang Heller). Por algo, en su conferencia Nobel, Friedrich August von Hayek alertó contra "la pretensión del conocimiento". Además de lo cual, el esfuerzo iniciado en 1970 por Edmund Strother Phelps, para darle fundamento microeconómico al análisis macroeconómico, sirve pero quedó a mitad de camino. Por otro lado, cuando digo que los austríacos exageran, me refiero al hecho de que descalifican al análisis macroeconómico por completo, de manera apriorística.
-La microeconomía analiza el comportamiento de las personas (o las familias), las empresas y las organizaciones; en tanto que la macroeconomía analiza el funcionamiento económico de los países y las regiones.
Dillard: - Se trata de una primera aproximación. Pero vuelvo a la macroeconomía como enfoque, para mostrar cómo lo utilizan algunas unidades económicas. ¿Cuántos kilos de pan produciré mañana?, se pregunta un panadero. Decisión que tiene que adoptar antes de abrir el negocio, sobre la base del número de kilos que vendió hoy, al día de la semana, al clima, etcétera; no sobre la base de los encargos. En otros términos, el panadero decide cuánto pan va a elaborar ¡sin saber si se lo comprará Gabriela o Cecilia! Pero esto es análisis macroeconómico, referido al nivel de ventas de una empresa individual.
-Caballeros, muchas gracias.





