
Tercerización de servicios, o cómo bajar las defensas
Impsat amplía la oferta de servicios tecnológicos corporativos
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"Las empresas prueban con un servicio básico y a medida que ven cómo operamos empiezan a bajar las defensas y piensan en tercerizar otras cosas", dice Marcelo Girotti, presidente de Impsat Argentina, para describir la forma de contratar servicios de las firmas locales.
Su empresa se especializa en la provisión de servicios integrados de telecomunicaciones en América latina y Estados Unidos. Impsat, que provee acceso a Internet con banda ancha, servicio de datos, data centers y telefonía, está aumentando sus ingresos por servicios. "Los cuatro productos se operan en la Argentina, Brasil, Chile y Perú, y por cuestiones regulatorias en Colombia, Ecuador y Venezuela no tenemos telefonía."
Impsat apunta a crecer con su oferta corporativa y captar la tercerización de servicios de telecomunicaciones de compañías medianas y grandes. Según distintas fuentes, en el segmento de datos tiene entre el 22 y el 27% de participación de mercado, mientras que en la telefonía corporativa sólo tiene el 2% del mercado.
En América latina invertirán 30 millones de dólares este año. De ellos, 25 millones de pesos serán para la Argentina y se destinarán a sus data centers, plataformas de IP satelital y en capilaridad para llegar hasta los clientes. "Estamos agregando servicios que van más allá de las telecomunicaciones, especialmente en data center, donde estamos invirtiendo mucho -explica Girotti-. Creemos que en 10 años no habrá procesadores corriendo programas dentro de las empresas, sino que estarán en data centers tercerizados, con grandes conexiones a Internet entre las empresas y ese gran edificio. Así podrán bajar costos de procesamiento al tercerizar en manos de especialistas lo que no es el core de su negocio."
La seguridad informática y la administración del correo electrónico, al que consideran un commodity, son otros servicios que entran en el menú "tercerizador" que quieren imponer en Impsat.
Según el ejecutivo, en los distintos países donde opera la compañía hay una maduración distinta respecto de la tercerización: en Chile las empresas casi no piensan en quedarse con equipamiento dentro de la empresa y son permeables a tercerizar; en Brasil pasa lo mismo. "Es acá donde todavía hay algún recelo", apunta.
Girotti explica que, dentro del mercado corporativo, les interesan el agro y las pymes porque consideran que son permeables a incorporar tecnología. Para llegar a ellos tienen una red propia de vendedores en el interior y sucursales comerciales en Rosario, Córdoba y Mendoza.
Están ampliando su oferta hacia la base de la pirámide, acercándose a los usuarios residenciales. "Tenemos productos más a medida de pymes y small offices o home offices, y a diferencia de otros proveedores estamos incluyendo la última milla, llegamos con el cobre a la casa de los clientes."
Como ejemplo cita el paquete más chico, que incluye dos líneas telefónicas con un acceso a Internet de un mega, y cuesta unos 220 pesos mensuales. Girotti asegura que Impsat no descarta atender el segmento domiciliario.
El mercado de telecomunicaciones tuvo una consolidación importante en los últimos años, que se aceleró tras la devaluación. Y para Girotti, las empresas fueron las más beneficiadas por el aumento de la oferta. "Pero el mercado no está lo suficientemente maduro en materia de ofertas para los consumidores y se puede hacer mucho más. En telefonía se pueden mejorar más los servicios y las tarifas, y en banda ancha e Internet también hay espacio para mejorar."
Otra vez, la deuda
Según el ejecutivo, la última barrera entre los consumidores y los mejores precios es la de las regulaciones. "Tenemos el caso de la portabilidad numérica, por ejemplo, donde si alguien quiere cambiar de prestador telefónico y mantener su número, no puede hacerlo. Entonces se limita la posibilidad de conseguir mejores servicios y precios más competitivos."
Sobre el escenario económico futuro, Girotti es moderadamente optimista: "El crecimiento de Impsat dependerá de las expectativas de las empresas, y están todas esperando para la toma de decisiones fuertes de inversión a ver cómo se desenlazan ciertas cosas. Por ejemplo, la negociación de la deuda".
La compañía, que tiene 1300 empleados en la región y 450 en el país, facturará este año entre 220 y 240 millones de dólares, un 10% más que en 2003. Y la facturación argentina será de 57 millones de dólares.
Sus mayores accionistas son Nortel Networks (17,1%), Morgan Stanley (12,6%) y WR Huff Asset Management (12,8%).





