Tras la polémica por los dólares, FATE da por superada la discusión con el Banco Central
El CEO de la fabricante de neumáticos Javier Madanes Quintanilla dijo que la situación está “totalmente normalizada” y que “en ningún momento dijeron que quedaban suspendidas entregas de manera indefinida, ni que se generaba una situación de desabastecimiento”
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Tras el ida y vuelta que hubo entre la empresa FATE y el Banco Central por las limitaciones a la posibilidad de adelantar el pago de importaciones, el CEO de la empresa Javier Madanes Quintanilla aseguró que la situación está totalmente normalizada y que en ningún momento dijeron que quedaban “suspendidas entregas de manera indefinida ni que se generaba una situación de desabastecimiento”.
El entredicho comenzó por una nota de la compañía que se filtró a los medios, según la cual estaban “imposibilitados de ser provistos de la materia prima para la fabricación” de sus productos lo que tenía como “consecuencia inevitable la parada de producción” y la reprogramación de parte de las entregas.
En diálogo con LA NACION, Madanes Quintanilla explicó que la intención del comunicado era avisarles a los fabricantes de maquinaria agrícola y a las automotrices que podía haber un problema potencial si se perforaban stocks críticos, pero que estaban trabajando para solucionar el problema.
“En ningún momento dijimos que quedaban suspendidas las entregas de manera indefinida, ni que se generaba una situación de desabastecimiento, sino que íbamos a revisar la situación, mientras se la explicábamos al Central”, afirmó.
Según el directivo, desde la entidad los escucharon y se pusieron a disposición y les dieron una primera respuesta favorable para resolver el problema. “Ya se ha reestablecido la normalidad total del abastecimiento. No tenemos problemas ni con el Banco Central, ni tampoco estimamos que vayamos a tener problemas con insumos críticos”, cerró.
La entidad que preside Miguel Pesce sacó un comunicado más temprano diciendo que habían tomado contacto con FATE y que la empresa no registraba ningún atraso en la producción ni debió paralizar ninguna línea de producción.
Los reclamos por faltantes de insumos importados para la producción se vienen multiplicando desde hace unos meses. Se trata de bienes de consumo, bienes intermedios, como algunas piezas e insumos que usan la industria y el agro y productos finales.
Los mayores faltantes se registran en los productos finales. En muchos casos se trata de bienes que habitualmente utiliza la clase media. En cambio, los bienes intermedios afectan mayormente al sector productivo.
En la industria automotriz la situación es preocupante. Ricardo Salomé, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), dijo que las concesionarias están prácticamente vacías por la falta de unidades para ofrecer. “Es un fenómeno global que también está pasando en Brasil, Estados Unidos y Japón, por la crisis del faltante de microchips y eso impacta en varias industrias, pero a esta oferta global resentida se suma la poca liberación local de los autos importados, un combo muy grave que afecta totalmente al sector concesionario. Entendemos que los dólares son prioritarios para la macroeconomía, pero siendo justos es importante decir que en nuestra actividad la balanza comercial de autos terminados con Brasil es positiva: este año exportaremos a Brasil 230.000 vehículos, de US$25.000 promedio, y se importarán 180.000, de US$15.000 promedio”, afirmó.
Por caso Renault informó ayer que discontinuará el Kwid que se importaba de Brasil. Ante la escasez de dólares, la empresa no puede traer todos los modelos que tenía previsto y tomó la decisión de dar de baja ese porque lo puede reemplazar por el Sandero, un vehículo de fabricación nacional.
“Por los problemas de disponibilidad generados por las restricciones a las importaciones y con el objetivo de potenciar los vehículos de fabricación nacional, nos vimos obligados a tomar la decisión de discontinuar momentáneamente la importación y venta del modelo Kwid en nuestro país. Sabemos que el Kwid es un vehículo muy aceptado por el público argentino y esperamos en algún momento poder volver a traerlo a nuestro mercado, cuando las condiciones del contexto lo permitan”, explicaron en un comunicado oficial.
La falta de repuestos para automóviles también estaba provocando conflictos en las aseguradoras por escasez de llantas, neumáticos, autopartes y pinturas. Hay reparaciones frenadas y talleres que aumentan los precios.
Y, tras la resolución “A” 7375, las preocupaciones aumentaron. Entre los importadores algunas compañías habían suspendido sus ventas “por el nivel de incertidumbre” debido a la incapacidad de asegurar la reposición ante la demanda de sus clientes.
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