Una acusación por un supuesto escándalo ético pone bajo la lupa al presidente del BID

WASHINGTON.- El futuro del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone, quedó en riesgo a raíz de un supuesto escándalo ético que salió a la luz luego de que una denuncia anónima en la cual se lo acusa de mantener una relación indebida con una alta funcionaria del organismo multilateral.

La denuncia provocó una reunión de los directores del BID esta semana para discutir la acusación, que llegó en un correo electrónico anónimo, contra Claver-Carone por haber mantenido supuestamente una relación íntima con una funcionaria, reveló la agencia Reuters, en base a tres fuentes.

Los directores también discutieron los próximos pasos a seguir. LA NACION corroboró la información con tres fuentes. Varias fuentes consultadas indicaron que la funcionaria involucrada sería Jessica Bedoya, jefa de Gabinete y Oficial Principal de Estrategia del BID. Un vocero del BID dijo que no tenían comentarios ante una consulta de LA NACION.

Una de las opciones que debatieron los directores del organismo es contratar a una firma externa para “investigar las acusaciones y pedirle a Claver-Carone que se hiciera a un lado temporalmente”, indicó Reuters. La acusación también señaló a Claver-Carone por haber malversado fondos del banco. El código de ética del BID dice que no se puede participar de decisiones vinculadas al trabajo con una persona con quien se mantiene una relación íntima.

Claver-Carone llegó a la presidencia del BID en medio de la pandemia del coronavirus luego de una puja que tensó muchos vínculos de la Casa Blanca en la región y varios lazos entre países latinoamericanos. Su candidatura marcó un quiebre: por primera vez Estados Unidos puso una nominación sobre la mesa para un cargo que históricamente ha quedado en manos de un latinoamericano.

Antes de asegurar su nominación, con un respaldo clave de varios países caribeños y de otros como Brasil, Uruguay y Colombia, en una disputa que también tuvo como protagonista a Gustavo Béliz, quien intentó quedarse sin éxito con la presidencia del banco, Claver-Carone manejó la relación de Estados Unidos con América latina durante la administración de Donald Trump desde el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca.

Claver-Carone integra una camada de políticos de Florida que cobraron envergadura en Washington durante la presidencia de Trump. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca parecía destinada a convertir su presidencia en una de las más breves en la historia del banco, pero Claver-Carone, que cuenta con un fuerte respaldo de los legisladores de origen cubano en el Congreso, incluidos Mario Rubio y Bob Menéndez, dos de los senadores más influyentes del Capitolio, logró preservar su trabajo.

El supuesto escándalo en el que quedó envuelto por la denuncia anónima aparece ahora como la principal amenaza a su continuidad al frente del organismo. Claver-Carone había prometido que solo cumpliría un mandato de cinco años y no buscaría la reelección.

“Yo puedo dejar como un legado no solo la institucionalidad, sino un mejor entendimiento en Estados Unidos, en el Congreso, del potencial y la importancia que tiene el BID para la región, que creo que siempre se ha subestimado”, dijo en una entrevista con LA NACION en el BID en octubre de 2020.

Claver-Carone y Bedoya trabajaron juntos en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Cuando Claver-Carone se mudó al BID, también se mudó Bedoya. Desde el 2018 al 2020, Bedoya se desempeñó como subdirectora principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional, y lideró la ejecución de “América Crece”, la principal iniciativa que dejó Claver-Carone en su paso por la Casa Blanca, que catalizó la inversión del sector privado en América Latina y el Caribe.

Antes de trabajar en la Casa Blanca, Bedoya “trabajó al servicio de la comunidad de política exterior e inteligencia de Estados Unidos, informando, fomentando e implementando políticas en el Hemisferio Occidental”, indica su biografía en la página del BID. También trabajó en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, Colombia.