
Una marca que tiene historia
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La historia de Canale comienza en 1875. El inmigrante italiano José Canale estableció su panadería en Defensa y Cochabamba. El país le dio cuatro hijos. Amadeo, ayudaba a su padre con el negocio artesanal y a su vez trabajaba en el banco de Londres y América del Sur. Fue el gran visionario, que en 1910 transformó a la panadería en una fábrica de galletitas, que se instaló en Barracas. Y, además, fue el que logró el sabor dulzón del famoso bizcochito Canale, que fue el primer producto argentino, que se comercializó en todo el país. Estuvo al frente de la compañía hasta 1940.
En 1955, Canale demostró su progreso al abrir el 30% de su capital a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Fue una de las primeras empresas nacionales en codearse con lo que después se llamó el mercado de capitales.
En 1983, siempre bajo la batuta familiar, la firma se presentó en convocatoria de acreedores. Los resabios del plan económico de Martínez de Hoz y una diversificación equivocada como la compra de la firma pesquera La Marplatense y de balanzas Bianchetti -luego revendidas- fueron las causas del malestar financiero. Pero el golpe de desgracia fue el incendio de la planta de Barracas, en 1985. Durante dos años, Bagley le fabricó a pedido y sus ventas cayeron a la mitad.
Con mucho esfuerzo, Canale salió de la convocatoria en 1986. La empresa necesitaba capital para terminar de salir a la superficie y en 1994, apareció Macri con su propuesta de compra del 71 por ciento del paquete accionario. La familia Canale se retiró de la empresa, salvo Rodolfo Canale, su último presidente sanguíneo. Fue directivo de la Unión Industrial Argentina y presidente de la Cámara de Industrias de Productos Alimenticios, y director de la empresa hasta hace unos años.





