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Vender helados, un negocio que promete
Desafío: en la Argentina, donde se consumen anualmente 120 millones de litros, el mercado busca que las ventas no sean exclusivas del verano; en los últimos tiempos llegaron nuevas inversiones.
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Comienza el verano y junto con el calor llega el furor de consumir el máximo placer de chicos y grandes: el helado, un negocio que crece a paso firme en el mercado local. En la Argentina se consumen anualmente 120 millones de litros, lo que significa un promedio de tres litros y medio per cápita y un negocio que tiene una facturación de 300 millones de dólares al año.
Pero estas cifras están muy por debajo de la media de consumo de otros países. En Estados Unidos, Australia o Rusia, por ejemplo, la población toma anualmente más de 20 litros de helado y no existe la temporada alta.
Las empresas que trabajan en la Argentina luchan para lograr también un nivel de ventas constante y la desestacionalización del producto, ya que el 80% del consumo total se registra entre septiembre y marzo.
A pesar de que en los últimos tiempos se notó una leve detención del consumo, que quienes están en el negocio la atribuyen a que en épocas de crisis la gente suspende los gastos que representan gratificación, esa leve caída no asusta a los heladeros.
Una buena apuesta
En los últimos cinco años el nivel de consumo creció un 13% anual y según estudios de mercado el porcentaje se irá incrementando notablemente. Que el negocio de vender helado es lo que la gente de campo denomina "la gallina de los huevos de oro", lo demuestran las millonarias inversiones y la feroz competencia que ya se desató en el mercado.
Nuevas inversiones
En enero último se instaló en el país Häagen Dazs, la marca de helados número uno en Estados Unidos y distintos países de Europa y Asia. Gilberto Montaña, Carlos Reyes Terrabusi y New Food SA compraron la licencia y planean cerrar el ejercicio 96 con una inversión concreta de alrededor de 8 millones de dólares. "Hoy nuestro helado se consigue en supermercados y negocios de distintos rubros que firmaron convenios con nosotros, tanto en Capital Federal como en el Gran Buenos Aires y la costa atlántica, pero ya estamos encarando el mercado del interior", explicó Carlos Rodríguez, director de comercialización y marketing.
Las heladerías propias son otro objetivo. Ya se está construyendo la primera en la esquina de las avenidas Santa Fe y Coronel Díaz, y en ella se invertirá un millón y medio de dólares.
A partir de la constitución del Mercosur, los productores de helados vislumbraron la posibilidad de ampliar el mercado de consumidores.
"Massera ya está en todos los países del Mercosur, pero para Brasil creamos una marca especial, Massera do Brasil. Estamos en tratativas con España, Estados Unidos y Oriente, pero para trabajar con licencias", explicó Reinaldo Garralda, gerente administrativo de la empresa, que calcula exportar, en esta temporada, un millón y medio de litros, y superar con su facturación los 55 millones de pesos.
Romina D`Eramo
La competencia entre el industrial y el artesanal
En la Argentina hay aproximadamente 180 empresas que fabrican helado industrial y más de 2000 heladerías artesanales sólo en Capital Federal y el conurbano.
Pero la distinción entre helado artesanal e industrial se convierte en un tema ríspido en el momento de competir.
La diferencia entre uno y otro radica básicamente en que artesanal es el helado que se fabrica en el mismo lugar donde se vende y el industrial no. Pero quienes realizan sus operaciones en en este último sector afirman que no es tan así.
Calidad
"La gente cree que artesanal es sinónimo de mejor calidad pero, si es por eso, hay helados industriales que son artesanales. La categoría del helado no puede precisarse por definición", señaló a La Nación Reinaldo Garralda, gerente administrativo de Massera. Entre las empresas que elaboran cremas heladas artesanales, Freddo encabeza la lista de preferencias por parte del público consumidor.
Hace 27 años que la firma instaló su primer local en la esquina de Callao y Pacheco de Melo. Hoy tienen y 25 sucursales y un promedio de 2500 clientes que concurren cada día en las épocas de calor.
Freddo también se caracteriza por ser la empresa que impuso la entrega a domicilio entre las heladerías artesanales, la fórmula más efectiva que encontraron las heladerías, hasta el momento, para hacer frente a la competencia que presentan los supermercados.
