La irrupción de DeepSeek
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La startup china de inteligencia artificial DeepSeek, desconocida para el gran público hasta hace muy poco, irrumpió abruptamente en la escena tecnológica mundial. Con un sistema de capacidades similares a las de los chatbots de OpenAI y Google, entre otras empresas de vanguardia, está liderando las listas de descargas gracias a una innovadora apuesta por el código abierto, bajos costos y eficiencia.
Sin embargo, el rápido ascenso que despertó comparaciones con aplicaciones chinas como TikTok y RedNote, genera preocupación dado que DeepSeek almacena todos los datos recopilados en servidores en China, lo que genera alertas sobre posibles riesgos para la seguridad y privacidad, y censura de la información. Voceros de la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca informaron que funcionarios norteamericanos están analizando las implicaciones de seguridad nacional de la aplicación de inteligencia artificial china.
DeepSeek advierte que su desarrollo a un costo ínfimo resulta incomparable con los miles de millones de dólares que vienen invirtiendo compañías como las estadounidenses Nvidia, Meta y Google. Si bien su tecnología está por detrás de estas compañías, es un rival cercano que utiliza menos chips, de los menos avanzados y evita pasos que los desarrolladores estadounidenses consideraban esenciales.
Al igual que en otras empresas, DeepSeek ha abierto su sistema de inteligencia artificial, lo que significa que ha compartido el código informático permitiendo que cualquier persona, desde investigadores hasta pequeñas compañías, puedan acceder, modificar y distribuir el modelo sin restricciones. Esta apertura aceleró su popularidad y extendió su uso a mercados que antes estaban dominados por plataformas como ChatGPT.
DeepSeek no tiene problemas en contestar distintas preguntas sobre cómo se creó su startup, pero la censura china aparece enseguida cuando le preguntan sobre temas sensibles a las cuales el chatbot responde: “Lo siento, eso está fuera de mi alcance actual. Hablemos de otra cosa”. No responde nada que tenga que ver con el presidente chino, Xi Jinping, ni con ninguna otra cuestión que pudiera entrar en conflicto con los intereses del gobierno chino, dejando en evidencia el nivel de control que impera sobre la información.
El presidente de los Estados Unidos Donald Trump, calificó el ascenso de la empresa DeepSeek como una llamada de atención para la industria tecnológica local. No está en juego solo un tema tecnológico, sino una lucha geopolítica en la que se dirime el dominio en un sector clave, como la inteligencia artificial, donde Estados Unidos y China están enfrascados en una dura batalla por el liderazgo mundial. Sus implicancias sobre la libertad de expresión y pensamiento, y sobre la construcción de la opinión pública global son parte de la batalla desatada en torno al control de las narrativas sobre temas clave y sobre la historia misma que imponen las nuevas formas de inteligencia artificial.
