Renacer de las cenizas
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Hay cosas que el peor de los incendios no logra destruir. El 7 de noviembre pasado, el Banco Patagónico de Alimentos (BPA) sufrió la voraz carbonización de su depósito central y sede de su funcionamiento en el Parque Industrial de la ciudad de Centenario, Neuquén. Vieron así destruirse el trabajo de ocho años. Se investigan las causas del siniestro que demandó siete siete horas de trabajo del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Allí se almacenaban, clasificaban y se distribuían las donaciones recibidas. Afortunadamente, no hubo heridos, pues todo ocurrió fuera del horario laboral.
Se perdieron unos 100.000 kilos de alimentos listos para ser entregados a 450 organizaciones beneficiarias de la Patagonia. Hablamos de más de 350.000 kilos de alimentos recuperados cada mes, con impacto en 45.000 personas. El fuego los dejó sin base operativa, sin camión con caja térmica, sin equipamiento, obligados a volver a empezar para retomar una tarea que no puede interrumpirse, como la de alimentar a miles de familias que quedaron sin asistencia inmediata. Solo en 2024 el BPA logró entregar el equivalente a 6 millones de platos.

Con ayuda del Obispado, de comisiones vecinales y de empresas privadas, se logró armar tres puntos temporales de trabajo para activar sin demoras un plan de contingencia. La pérdida de equipos y herramientas debía superarse para recuperar la capacidad de alimentar a miles de familias. El programa Nutriendo Futuro es un compromiso capaz de transformar vidas a partir de la articulación entre gobierno, empresas y organizaciones de la sociedad civil (OSC) preocupadas por garantizar la seguridad alimentaria y brindar herramientas para el cambio social.
A pesar de la magnitud del destrozo, no falta ni la fuerza ni el espíritu solidario; mucho menos, el compromiso comunitario que hoy se expresa más fuertemente que nunca. Desde 2018, el BPA transforma cada kilogramo de comida en esperanza y alegría. Para quienes distraídamente nos equivocamos pensando que el país se acaba en la avenida General Paz, no está mal recordar en estas fechas que muchos compatriotas necesitan de nuestra solidaridad. La denodada labor de instituciones como el BPA merece los mayores apoyos pues allí donde pocos llegan, ellos están. Abracemos juntos su reconstrucción.










