Comando Vermelho: de la política al crimen

RIO DE JANEIRO (AFP).- La organización Comando Vermelho (CV), la mayor y más antigua facción del narcotráfico de Río de Janeiro, nació de una unión de presos políticos del último gobierno militar (1964-85) con reclusos comunes en una aislada prisión local. Anoche luchaba por sobrevivir.

El CV, cuya mítica sigla aparece pintada en muros de muchas de las más de 1000 favelas que hay en Río, fue fundado en 1979 en la ahora desactivada prisión de Cándido Mendes, en Ilha Grande, en el litoral sur del estado carioca, en plena dictadura.

Su formación se concretó con la unión de miembros del grupo de izquierda Falange Vermelha, detenidos por los militares y confinados allí para aislarlos estratégicamente, y presos comunes.

Al inicio de la década de 1980, algunos escaparon de Ilha Grande y una vez en Río dejaron atrás la acción política para volcar su capacidad organizativa a ganar dinero con actividades delictivas, como secuestros o asaltos a bancos o comercios, aunque acabaron por abandonarlas ante la dura represión.

Progresivamente, con el avance de los carteles del narcotráfico en países vecinos como Colombia, los altos mandos vieron una actividad redituable en el tráfico de drogas, principalmente de cocaína.

Así acabó por formarse el núcleo del CV, que pasó a ser el grupo más poderoso del narcotráfico carioca. Al principio controló con mano dura buena parte de la actividad en las favelas, y logró constituirse en el más pertrechado grupo gracias al contrabando de armas, lo que también contribuyó enormemente a la endémica violencia urbana que vive Río.

Caída

Sin embargo, con los años el poder del CV cayó, no sólo por el combate de las autoridades, sino en buena parte por su lucha con otras dos facciones: el Tercer Comando Puro (TCP), creado en los 80, y Amigos dos Amigos (ADA), surgida a mediados de los 90 de una escisión violenta de un líder del grupo.

En los últimos años, el CV se vio cada vez más castigado por la policía e inmerso en su sangrienta guerra por territorios contra el TCP y ADA, y buena parte de sus principales líderes acabaron presos o muertos.

Entre sus mayores dirigentes en prisión figuran Luiz Fernando da Costa (alias "Fernandinho Beira-Mar"), detenido en 2001 en Colombia por narcotráfico en conexión con guerrilleros; Marcio dos Santos ("Marcinho VP"), que purga una condena de 36 años desde 1996, y Elias Pereira da Silva ("Elias Maluco"), encarcelado en 2002 y condenado a 28 años de prisión. Todos están en cárceles federales de máxima seguridad, fuera de Río, para evitar que sigan controlando sus facciones tras las rejas.

Estudios de centros especializados en violencia de Río indican que hacia 2008 el poder del CV se había reducido a menos del 40% de las favelas.