El candidato verde que pone en situación de riesgo a Gore
WASHINGTON.- Chris von Spiegelfeld, joven estudiante de la American University, dice que con un triunfo de George W. Bush en las elecciones "vamos a retroceder 20 años en la defensa del medio ambiente". Cree que Al Gore sería un mejor presidente en los temas que para su voto son fundamentales, pero votará por Ralph Nader, el candidato del Partido Verde.
Cuando faltan ocho días para la elección del sucesor de Bill Clinton, el grupo de votantes que más preocupación genera en la campaña demócrata es el que representa Von Spiegelfeld.
En la mayoría de las encuestas, la distancia entre Gore y Bush sigue siendo muy ajustada, y los analistas creen que será una de las elecciones más reñidas de la historia. La medición diaria de Zogby para Reuters le daba ayer un punto de ventaja al candidato republicano (44 a 43), mientras que el sondeo de Gallup para la CNN había achicado la diferencia en favor de Bush a 7 puntos (49 a 42).
Nader, un abogado experto en defensa del consumidor que ganó varias causas de alto perfil en contra de grandes corporaciones, tiene una intención de voto del 5 por ciento.
No es mucho, pero para Gore ese porcentaje puede significar la diferencia entre el triunfo y la derrota el 7 de noviembre.
Bush no tiene ninguna esperanza de capturar votos de ese costado: tres de cada cuatro personas que apoyan al candidato del Partido Verde son demócratas desencantados, según el encuestador John Zogby.
El discurso de Nader está basado en la premisa de que no hay ninguna diferencia entre los candidatos de los dos grandes partidos -los llama "Repucratas"- y es atractivo para el ala más izquierdista de los demócratas. Paul Newman, Susan Sarandon y Tim Robbins lo apoyan con fervor.
Dedicar más recursos
Gore está sufriendo "el efecto Nader" en Estados de fuerte tradición demócrata, distritos que creía ganados y a los que ahora tiene que dedicar recursos porque el porcentaje que se lleva el Partido Verde podría darle la victoria a Bush. Para aprovechar esa debilidad de la campaña del vicepresidente, el Partido Republicano paga para poner a Nader en el horario central de la televisión en los canales de muchos de esos Estados.
En el aviso se escucha a Nader decir acerca de Gore: "Está alucinando si cree que puede estar orgulloso de las posturas que adoptó a lo largo de su carrera en temas de medio ambiente".
El vicepresidente es un especialista en el tema, escribió un libro sobre los peligros que produce el descuido de la capa de ozono y suele atacar a Bush como un aliado incondicional de las petroleras y de las grandes compañías que han convertido a Houston en una de las ciudades de mayor contaminación en este país.
La idea de que votar por Nader puede resultar en un triunfo del peor de los dos males (como ven los verdes a Bush) tiene sin cuidado a von Spiegelfeld. "Ojalá que no gane Bush, porque los republicanos les dan demasiado poder a las empresas. Es cierto que Gore sería un poco mejor, pero al final de cuentas no es tan distinto, no morderá de la mano de quienes le dan de comer", dijo a La Nación el joven estudiante.
En la campaña de Gore no se dan por vencidos. En los últimos días apelaron a otro argumento para dar vuelta los votos de Nader: la defensa del derecho de la mujer a abortar. El próximo presidente nominará por lo menos tres jueces para la Corte Suprema, y los candidatos que elegiría Bush pondrían en peligro -según Gore- la legalidad del aborto. El Partido Demócrata tiene en el aire un aviso en el que dice que votar por Nader puede resultar en que las mujeres pierdan el derecho a optar por interrumpir un embarazo. El encuestador Zogby consideró en un reciente encuentro con corresponsales extranjeros que el grupo de "pro elección", como se identifican en los Estados Unidos, es el as en la manga que le queda a Gore para recuperar el voto que se le está escapando a Nader.
"Es gente inteligente, yo estoy seguro de que al final vendrán con nosotros", dijo Mark Fabiani, uno de los encargados de comunicación en la campaña de Gore.
Otro apoyo clave de la prensa
WASHINGTON (De nuestra corresponsal).- En un editorial que plantea serias dudas sobre la capacidad del candidato republicano, George W. Bush, para ejercer la presidencia, el diario The New York Times anunció ayer su respaldo a la candidatura del vicepresidente Al Gore.
"Apoyamos a Al Gore Junior con la firme convicción de que hará tanto como Bush por devolver "el honor y la dignidad" a la Casa Blanca, y que llevará también una dosis extra de talento y convicción", dice el artículo.
Los diarios en los Estados Unidos tienen una larga tradición de elegir a un candidato en su sección editorial, sin que esto influya en su cobertura de la campaña. Gore, que había recibido el apoyo del Washington Post, fue elogiado por The New York Times por su experiencia y conocimiento de los temas.
Es cierto que a la mayoría le cae mejor la personalidad de Bush, pero votar por Gore no significa "apostar a un potencial desconocido", dice el editorial, sino a un líder de comprobada trayectoria, y sostiene que un presidente inexperto puede hacer peligrar la prosperidad económica.