El chavismo plasma su avance: se queda con el 91% de las bancas de la Asamblea

CARACAS.- Beneficios de la sobrerrepresentación para unos y el harakiri político para otros. El reparto definitivo de escaños de la Asamblea Nacional (AN) supone la guinda final para el montaje diseñado por la revolución para recuperar el Parlamento de forma abrumadora. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), el chavismo se quedaría con 253 de los 277 escaños gracias a la reforma a última hora de la ley electoral, realizada en connivencia con los grupúsculos opositores reunidos en torno a la Mesa Nacional de Diálogo (MND).

Una cifra aplastante a la que incluso se le pueden sumar tres escaños más, dependiendo del resultado que arroje la elección indirecta de los tres curules indígenas, que se llevó a cabo el miércoles y en la que sólo intervinieron 3000 representantes elegidos con anterioridad. Se trata de otra de las adulteraciones previas a las elecciones parlamentarias del 6-D.

La sobrerrepresentación impuesta por el chavismo le ha otorgado al oficialismo los réditos que buscaba: más del 91% de las actas de diputados pese a contar únicamente con el 69% de los votos.

"Enfrentaremos la guerra brutal en contra de Venezuela con una nueva AN", se congratuló Maduro durante su primera reunión con parte de su bancada electa, en la cual anunció que ha convocado para enero al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para apuntalar el plan de batalla hasta 2030.

La cúpula del chavismo celebró por todo lo alto su "éxito electoral", pese a que ha necesitado 72 horas de maquillaje político dentro del CNE para favorecer a los falsos opositores castigados en las urnas. Otro escándalo que sumarse a una larga lista de violaciones, abusos y ventajismos electorales inédita en el siglo XXI latinoamericano.

La oposición a la medida sólo obtiene 20 escaños de los 277, por lo que resulta duramente castigada por su complicidad en el cambio exprés de las reglas del juego. El Partido Comunista de Venezuela (PCV), aliado discrepante en los últimos tiempos y perseguido con fiereza durante la campaña, sólo obtiene un curul.

En las elecciones de 2015, la opositora Unidad Democrática obtuvo 112 escaños frente a los 55 chavistas gracias al enorme voto de castigo en las urnas a la gestión de Maduro. Y eso que el "conductor de victorias" sólo llevaba dos años y medio en el Palacio de Miraflores. Dos años de recesión que ya son siete en la actualidad, a los que hay que sumar tres de hiperinflación.

"Se han cumplido las predicciones, pero pese a ello el régimen no logra un objetivo crucial: intentar mostrar al mundo un Parlamento plural, electo de forma competitiva, mucho menos democrática.Solo consigue la conformación de una nueva AN compuesta prácticamente por candidatos del régimen, en una elección viciada de inicio y donde, tras la manipulación en la asignación de algunos escaños, demuestra que inclusive alteró los resultados", resume para LA NACION el experto electoral Rafael Castellanos.

La oposición colaboracionista dio su visto bueno durante las negociaciones con el gobierno para cambiar la ley electoral e incluir una circunscripción y lista nacional que sólo beneficiaban al chavismo, pese a tratarse de una violación constitucional.

En las últimas horas se han conocido cómo el CNE ha variado incluso las listas de candidatos para otorgar un escaño a Luis Parra, el falso presidente impuesto en el Parlamento por los militares durante todo el año. Parra, expulsado de Primero Justicia por sus vínculos económicos con el millonario colombiano Alex Saab, se queda de esta forma con un polémico puesto pese a caer derrotado con estrépito en Yaracuy.

El escaño de Parra desdice directamente a la propia presidenta de CNE, quien en la noche del domingo se lo atribuyó a José Gregorio Noriega, uno de los líderes de la versión fake de Voluntad Popular, el partido de Juan Guaidó y Leopoldo López.

Timoteo Zambrano, hombre del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero en Caracas, también ha conseguido finalmente aparecer como diputado cuando también cayó derrotado y pese a obtener menos votos que otros partidos. Según el periodista Nelson Bocaranda, famoso por sus exclusivas, Zapatero habría rogado a la vicepresidenta Delcy Rodríguez un premio de consolación para Zambrano "por los servicios prestados", pese a que en la arquitectura levantada por el oficialismo aparecía como favorito para liderar la oposición "pret-à-porter".

Zambrano es la apuesta personal del exjefe del gobierno español, a quien define como un hombre "recto y honesto", pese a ser un conocido tránsfuga (tres partidos distintos en pocos meses) y récordman en el ranking de inasistencias a la Asamblea, amparado en su estatus como jubilado.

Quien sale más reforzado del fracaso es la versión fake de Acción Democrática (AD), con 11 actas de diputados frente a las tres del grupo del exgobernador chavista Henri Falcón y otras tantas para los evangélicos del pastor Javier Bertucci. Todo ellos se preparan ya para las elecciones regionales del año que viene, el siguiente paso en la hoja de ruta de Maduro para permanecer en el poder.