El Jumbo habría chocado contra una excavadora
Sería la causa del accidente en Taipei
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TAIPEI.- Los investigadores del peor accidente en la historia de Singapore Airlines se inclinaban a pensar ayer que el Boeing 747 que se estrelló anteayer en Taiwan chocó contra un objeto, probablemente una excavadora, mientras despegaba del aeropuerto de Taipei.
En tanto, ayer continuaba la identificación de los cadáveres de la tragedia, en la que murieron por lo menos 79 de los 179 pasajeros.
Los investigadores buscaron el misterioso objeto que aparentemente embistió el Jumbo cuando despegaba en medio de un temporal de lluvia y viento huracanado.
Las versiones de algunos de los sobrevivientes, entre ellos el comandante de la aeronave, el veterano Foong Chee Kong, señalan que el Jumbo chocó contra un objeto, al parecer una o dos excavadoras estacionadas cerca de la pista.
"El ala del avión rebanó el techo de una excavadora y cortó la pala de otra", afirmó Chang Kuo Cheng, vicejefe de la Administración de Aviación Civil (CAA). "No sabemos cómo sucedió esto", agregó.
Cheng informó, además, que ya comenzó la decodificación de las dos cajas negras del aparato y que "la grabación es completa y clara".
Por su parte, el vicepresidente y vocero de Singapore Airlines, Rick Clements, afirmó ayer en Singapur que el despegue se llevó a cabo en condiciones meteorológicas que se sitúan "dentro de los límites de las operaciones seguras".
"El piloto no habría sido autorizado a despegar si las condiciones climatológicas hubieran sido muy malas", subrayó.
Sin consuelo
En tanto, la aerolínea trasladó ayer a familiares de las víctimas desde Singapur y Los Angeles a Taipei, pero se negó a difundir la lista de los muertos "por respeto a sus familiares".
Entre los pasajeros había 11 singapurenses, 55 taiwaneses, 47 estadounidenses, 11 indios, 8 malayos, 5 indonesios, 4 mexicanos, 4 británicos, 2 tailandeses, 2 neozelandeses, 2 vietnamitas, un australiano, un canadiense, un camboyano, un alemán, un japonés, un filipino, un irlandés y un español.
Actualmente, hay 51 personas hospitalizadas, algunas con quemaduras de gravedad.
"Sólo escuché gritos y vi gente envuelta en llamas. Aquello fue un infierno", recordó, conmocionado, Roberto Iglesias, un pasajero mexicano que logró salvarse. Y mientras los sobrevivientes de la tragedia contaban relatos espeluznantes sobre su milagroso escape, los parientes de las víctimas no hallaban consuelo.
"¡No me diga que lo siente!", gritaba una mujer taiwanesa a un funcionario de la aerolínea. "¡Qué pasa si mato a sus padres y le digo que lo siento!"



