El Likud y una movida arriesgada
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JERUSALEN (De una enviada especial).- Nervioso por los nefastos sondeos que lo dan como perdedor ante su rival laborista, Ehud Barak, el primer ministro israelí, Benjamin "Bibi" Netanyahu, insistió ayer con su orden de cerrar tres oficinas de Orient House, una movida arriesgada que crea tensión y que podría degenerar en serios disturbios, a menos de una semana de las elecciones generales.
Orient House es un edificio que queda en la parte árabe (oriental) de esta ciudad que funciona de hecho como "la embajada de la Organización de Liberación Palestina (OLP)en Jerusalén". Además de ser el cuartel general de los palestinos, es también su punta de lanza para reclamar el derecho a convertir la parte oriental de Jerusalén en la capital de su futuro Estado.
Si bien los gobiernos laboristas siempre toleraron las actividades de esta sede, Netanyahu siempre rechazó su existencia, y hace un mes -y acercándose los comicios- emprendió una cruzada para cerrar tres de sus oficinas, afirmando que la "OLP opera en Jerusalén ilegalmente".
Intervención norteamericana
Ayer, al cabo de un día de negociaciones entre palestinos e israelíes -impulsadas también por el mediador norteamericano para Medio Oriente, Dennis Ross-, no se llegó a ningún acuerdo.
Y, anoche, la policía israelí entregó las órdenes de clausura de dichas oficinas, algo que podría darse próximamente, cuando termine el plazo de 24 horas para presentar un recurso contra la decisión ante el Tribunal Supremo de Israel.
Las amenazas, desde ayer mucho más concretas, del cierre de estas oficinas, son interpretadas aquí como una jugada desesperada de Netanyahu -un manotazo de ahogado- para provocar la reacción de los palestinos, hacer estallar choques y violencia a pocos días de las elecciones del 17 del actual, intimidar al electorado y, así, dar vuelta los pronósticos que indican que "Bibi" será derrotado por su rival, Barak.




