El mundo, en estado de alerta y conmocionado
Decenas de países reforzaron su seguridad
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WASHINGTON.- Conmocionados, los gobiernos de decenas de países ordenaron reforzar las medidas de seguridad en sus edificios públicos, en las calles, en los medios de transporte, tras los atentados de la mañana de ayer en Londres.
Luego de las explosiones, el presidente estadounidense, George W. Bush, realizó una videoconferencia con Washington desde Escocia, donde asiste a la cumbre del G-8, para pedir que se adopten mayores controles de seguridad en su país, informaron fuentes norteamericanas.
Estados Unidos elevó ayer su nivel de alerta a "alto" para los transportes públicos, el segundo nivel en importancia de una escala de alerta de cinco niveles. Washington, por su parte, mostró una imagen conocida y dolorosa para muchos: edificios evacuados, personas nerviosas y la sensación de que otro ataque puede ocurrir en cualquier momento. La noticia de los atentados se desparramó por toda esta capital en cuestión de minutos, aun entre aquellos desatentos a los medios de comunicación. Bastaba con recorrer las calles para percibir la tensión.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, ordenó que las embajadas estadounidenses en todo el mundo reforzaran su seguridad tras los atentados.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también convocó a una reunión extraordinaria para mañana en Bruselas, con el objetivo de recibir información de Londres y analizar la situación. Además, la Comisión Europea decidió acelerar el desarrollo de un sistema central de alerta para coordinar las respuestas a los ataques terroristas de gran escala en toda Europa. "La Comisión discutirá en la semana próxima medidas adicionales en la lucha contra el terrorismo", señaló el comisario de Justicia y Seguridad de la UE, Franco Frattini.
La policía británica amplió ayer su presencia en el perímetro del Palacio de Buckingham, en pleno centro de Londres, y la reina Isabel II fue trasladada al castillo de Windsor, al oeste de la capital, desde Escocia, donde ayer ofreció una cena de gala a los gobernantes del G-8. Todas las actividades reales de miembros de la familia Windsor fueron canceladas.
Mientras tanto, la policía de Escocia reforzó la seguridad en torno del Gleneagles Hotel, donde sesionan los jefes de estado del G-8. Ayer hubo dos alarmas de bomba en Edimburgo, a solamente 60 kilómetros de Gleneagles. Tras la detonación controlada de un paquete con aspecto sospechoso en un ómnibus por parte de un comando de evacuación, la policía informó que se trató de una falsa alarma.
Poco después se registró una nueva falsa alarma al encontrarse otro paquete misterioso, en este caso en un negocio. Nuevamente se cerró la zona y también fueron evacuados otra vez oficinas y comercios. Ambos hallazgos se registraron en la principal calle de compras de Edimburgo, donde se encuentran alojados muchos de los 2500 periodistas y parte de las delegaciones que asisten a la cumbre del G-8.
Por otro lado, el presidente y el secretario general de Interpol, Jackie Selebi y Ronald Noble, respectivamente, anunciaron su "apoyo total" al Reino Unido. Toda la estructura de la organización, desde su centro de mando en Lyon (al sudeste de Francia) hasta sus 182 despachos repartidos en todo el mundo, está en situación de máxima alerta y tratará en forma prioritaria las peticiones de las autoridades británica.
Patrullaje generalizado
En Italia, las autoridades activaron células de crisis y declararon el estado de alerta, mientras que el comité de análisis estratégico antiterrorista se reunió de inmediato. Los servicios de control adicionales se activaron automáticamente como prevé el dispositivo antiterrorismo, aseguró la policía romana. "Nuestros expertos en antiterrorismo están reunidos y todos los canales de colaboración con Inglaterra fueron activados", afirmó el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu.
Por otra parte, el gobierno español también se encontraba ayer en alerta máxima tras los atentados, según anunció el ministro del Interior, José Antonio Alonso. Las fuerzas militares se unieron a la policía en el patrullaje de centros de compras, estadios deportivos, estaciones de transporte, plantas de energías y redes de comunicación.
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, anunció el refuerzo de los planes de seguridad franceses antiterrorismo. La línea 4 del subte de París fue interrumpida a las 12.35 locales cuando fue visto un "paquete sospechoso", según la policía.
Fuentes del Ministerio del Interior alertaron acerca de la necesidad de garantizar la seguridad de la celebración del 14 de julio, día nacional de Francia. Ese día, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, estará como invitado de su colega francés, Jacques Chirac, observando el desfile militar en la Plaza de la Concordia.
El gobierno japonés puso en marcha una célula de crisis en Tokio para estar informado de las consecuencias de los atentados de Londres. Esta célula fue creada a petición del primer ministro japonés, Junichiro Koizumi. Rusia decidió reforzar las medidas de seguridad a escala nacional, en particular en aeropuertos, estaciones ferroviarias, puertos y embajadas. "Será provista seguridad extra también en la infraestructura más importantes", indicó el primer viceministro del Interior ruso, Aleksandr Cekalin.
Berlín también reforzó la seguridad y se encuentra en el nivel "amarillo" de alerta, el segundo de tres parámetros. Portugal, Canadá y la República Checa también adoptaron medidas adicionales para evitar atentados.

