Europa da un gran paso contra la crisis

PARIS.- En una cumbre excepcional por la envergadura de las decisiones tomadas y por la euforia que éstas llevaron a los mercados, los dirigentes de la eurozona se pusieron de acuerdo, ayer de madrugada en Bruselas, para que el bloque pueda rescatar directamente a los bancos y establecer una supervisión común de las instituciones financieras. También, para adoptar medidas de urgencia que permitan detener la vertiginosa suba de tasas de interés que deben pagar ciertos países.

El acuerdo, considerado por muchos un paso gigante para acabar con la crisis que estremece a este continente y amenaza al resto del mundo, permitirá a los fondos de rescate de la Unión Europea (UE) recapitalizar directamente a los bancos en problemas sin que los Estados tengan que hacerse cargo del salvataje y, por ende, de más deuda. Representa, además, una auténtica victoria para los jefes de gobierno de España e Italia, Mariano Rajoy y Mario Monti, respectivamente, que hicieron frente a la canciller alemana, Angela Merkel, y convirtieron esas medidas en una condición sine quanon para firmar el pacto de crecimiento aprobado anteayer en la cumbre por los 27 países de la UE. "Fue realmente duro, pero el resultado es bueno", declaró con visible satisfacción el presidente del Consejo de Gobierno italiano, Mario Monti.

También fue un éxito para los países del sur de Europa, donde parece haberse formado un auténtico eje de presión liderado por el presidente francés, François Hollande.

Frente a Alemania y los países del Norte, que han transformado la integración europea en una condición previa a la adopción de instrumentos de solidaridad, Italia, España y Francia dieron ayer un golpe maestro que dejó con la boca abierta a la mayoría de los asistentes a la cumbre .

Tras unas intensas negociaciones que duraron hasta bien entrada la madrugada, los 17 líderes de la eurozona declararon "imperativa la necesidad de romper el círculo vicioso que existe entre bancos y Estados". También solicitaron al Consejo Europeo -órgano ejecutivo de la UE- que examine con urgencia "antes de fin de año" propuestas para crear un "mecanismo único de supervisión" del sector bancario, "al cual estará asociado el Banco Central Europeo [BCE]".

Una vez que ese dispositivo haya sido creado, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) -uno de los fondos de rescate creados por los europeos para hacer frente a la crisis- podrá recapitalizar directamente a los bancos. Esta era una solicitud del primer ministro español, Mariano Rajoy, para evitar que la recapitalización de los bancos -estimada en unos 100.000 millones de euros- penalizara aún más a la deuda soberana de España.

En su documento, los 17 líderes de la eurozona piden la rápida conclusión de un memorando de acuerdo con España sobre esa recapitalización de su sector bancario, gracias a una ayuda financiera otorgada por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que debe ser reemplazado por el MEDE el mes próximo.

Satisfacción

Rajoy se vio satisfecho en otro punto: el MEDE no tendrá estatus de acreedor prioritario. Esto tranquilizará a los inversores que dudan en comprar deuda española por temor a quedar relegados detrás de ese fondo en caso de default.

Los dirigentes de la eurozona también se declararon dispuestos a recurrir al FEEF y al MEDE "en forma flexible y eficaz" para estabilizar las condiciones de préstamos de los países miembros en los mercados, a condición de que respeten las recomendaciones de la Comisión Europea (CE) y sus compromisos, sobre todo, en materia presupuestaria.

Los países que respeten los criterios presupuestarios de la UE tendrán acceso al MEDE para garantizar sus obligaciones en los mercados financieros, explicó el presidente de la UE, Herman van Rompuy.

Eso responde a las reivindicaciones del primer ministro italiano, que desea que los fondos europeos puedan comprar en los mercados secundarios deuda de los países de la zona euro en dificultad para frenar la espiral de las tasas de interés.

Todas esas decisiones deberán ser operativas, a más tardar, el 9 de julio próximo. "Hemos enfrentado el futuro de la mejor manera posible, con medidas inmediatas y avances a largo plazo", declaró Hollande.

Los acuerdos dejan pensar que Alemania estaría dispuesta a atenuar sus exigencias en materia de austeridad requeridas a cambio del otorgamiento de préstamos.

En todo caso, la canciller alemana, apoyada por Holanda y Finlandia, defendió con uñas y dientes el respeto de las reglas de juego. "Creo que hemos realizado cosas importantes, pero permanecimos fieles a nuestra filosofía: ningún gesto sin contrapartida", explicó.

De hecho, para beneficiarse con los medidas adoptadas en la cumbre, Italia y España deberán someterse a las condiciones y la luz verde de sus pares. En todos los casos, las decisiones del MEDE estarán sometidas a la regla de la unanimidad. Según asesores de Merkel, esto otorga un "derecho de veto" a Berlín.

"No hubo ni cambio del tratado de equilibrio presupuestario ni nuevas reglas. Sólo una actitud más equilibrada caso por caso", dijo la canciller.

Los líderes de los 27 miembros de la UE, entre los que figuran países que no pertenecen a la zona euro, como Gran Bretaña y Polonia, también se pusieron de acuerdo sobre un plan a largo plazo para reforzar la unión política y presupuestaria.

Después de haber apostado a una nueva cumbre sin soluciones, los mercados saludaron la feliz sorpresa. Las tasas de interés de la deuda italiana y española retrocedieron considerablemente, y pasaron por debajo del 6% las primeras y de 7% las segundas. Todas las bolsas cerraron con substanciales ganancias.

Anteayer, los voceros de la eurozona habían anunciado un acuerdo en torno del Pacto por el Crecimiento y el Empleo, destinado a estimular la economía de la UE con 120.000 millones de euros. La cumbre también destinó el 1% del presupuesto de la UE al servicio de grandes obras de infraestructura y de las pymes.

Algunos dirán que es poco para neutralizar los efectos acumulados del rigor y la recesión. Muchos otros consideran que Europa dio un paso de gigante.

Una noche de tensión que dejó tres ganadores y una perdedora

• Mariano Rajoy. Su país no puede seguir financiándose a altas tasas, eso lo llevó a proponer el rescate de la banca, lo que ayudaría a España a combatir el déficit.
• François Hollande. Con su llegada al Elíseo diluyó el intransigente frente francoalemán. Esta semana ratificó que se encuentra en la vereda de enfrente de Merkel.
• Mario Monti. Con las arcas de Italia en estado crítico, acercó posiciones con Rajoy y, ayer, amenazo a Merkel con que dimitiría si ella no aceptaba el plan.
• Angela Merkel. "Mientras viva, no habrá mutualización de deuda", había dicho en la semana. Anteanoche tuvo que ablandar esa postura ante la presión de sus socios.

Los puntos decisivos del plan

• Papel reforzado del BCE El Banco Central Europeo (BCE) se convertirá en el principal supervisor de los bancos en la eurozona. La Comisión Europea (CE) presentará en poco tiempo una propuesta sobre cómo llevar a cabo esa tarea y los líderes la evaluarán para fin de año. El nuevo ente regulador podría empezar a funcionar a principios de 2013.
• Recapitalización de los bancos. Con las nuevas competencias del BCE en marcha, los líderes aceptarán que los fondos de recapitalización fluyan directamente a los bancos. Ello significará que las ayudas no pesarán en las cuentas de los Estados. La recapitalización directa rompería el círculo vicioso entre los bancos y los Estados. Bajo las actuales reglas, si un país no tiene suficiente dinero para recapitalizar sus propios bancos, el gobierno puede pedir prestados fondos de rescate de la eurozona, pero los préstamos incrementan la deuda soberana y obligan como condición, a recortes.
• España. El gobierno español probablemente recibirá entre 51.000 y 62.000 millones de euros y un "margen de seguridad" adicional a través de los fondos de rescate de la eurozona para recapitalizar los bancos. El crédito provendrá primero del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y luego será transferido al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), cuando esté funcionando en julio.
• Fondos europeos de rescate. Se permitirá que los fondos europeos puedan comprar en el mercado secundario bonos de deuda de los Estados que cumplan con los requerimientos fiscales de la eurozona. El Banco Central Europeo servirá de agente para las operaciones en los mercados financieros. Además, el MEDE perderá la condición de acreedor preferente, lo que contribuye a serenar los mercados financieros. Esta medida beneficia a Italia y a España, cuyos costos de financiamiento se acercan a niveles insostenibles.