"Fui a misa después de mucho tiempo y recé"

En medio del furor que se desató en el país y el mundo entero desde que, el pasado miércoles, se dio a conocer que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio había sido elegido papa, muchos fueron quienes corrieron a las iglesias católicas, editoriales religiosas y santerías en busca de lectura e información, mientras que otros, al contrario, sintieron la necesidad de reconectarse con algo muy íntimo y profundo dentro de sí mismos.

Tal fue el caso de Josefina Sat, una licenciada en administración de empresas para quien la asunción de Francisco fue un llamado a reconectarse con su espíritu religioso: "Apenas lo vi aparecer [al papa Francisco] tuve una sensación especial, difícil de explicar; sentí inmediatamente que tenía que reencontrarme con la religión", contó la joven, de 28 años, a LA NACION.

Josefina fue toda su vida a un colegio católico, pero desde que egresó, en 2002, dejó de asistir regularmente a misa.

"Desde que terminé el colegio secundario empecé a ver otro costado de las cosas, a partir de todo lo que empezó a trascender, los abusos sexuales, las mentiras? A lo largo de estos años se fue cayendo un poco la imagen que tenía de la Iglesia, y por eso me alejé", explicó Sat.

Pero ahora, algunos años más tarde, la figura del primer papa latinoamericano es, para Josefina y tantos otros fieles, un verdadero faro de esperanza. "Cuando lo vi a Francisco y lo escuché hablar, sentí de pronto que no estaba todo perdido -contó la joven, aún conmovida-. Lo sentí tan honesto, tan directo y tan humilde, y vi que ya hizo tanto en tan poco tiempo que me llenó de emoción", resumió.

"En el contexto actual, con todo lo que se está viviendo en la Argentina además, al papa Francisco lo veo todavía más como una verdadera esperanza", agregó.

Tanta ilusión hizo que Josefina, por primera vez en años, volviese a acercarse a una Iglesia. "El sábado pasado fui a misa después de mucho tiempo y volví a rezar, y la verdad es que me hizo sentir muy bien", confesó Josefina.

Ella no cree que este nuevo fervor religioso sea una moda pasajera. "Estoy segura de que voy a seguir yendo a la Iglesia, y de que con el tiempo me van a dar cada vez más y más ganas, porque la motivación que me genera el papa Francisco es realmente enorme; es inspirador", concluyó.