La garota de Ipanema
Helo Pinheiro
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1962
"Olha, que coisa mais linda /mais cheia de graça /é ela, menina, que vem e que passa /num doce balanço /caminho do mar." (Mirá, qué cosa más linda /más llena de gracia /es ella, la chica, que viene y que pasa /en un dulce balanceo /camino hacia el mar.)
La traducción al español no logra reproducir con precisión la lírica de esas estrofas que, en portugués, conquistaron al mundo. Cuando la "globalización" todavía ni se discutía, en 1962, "Garota de Ipanema" se convirtió en un éxito global.
Con apenas una canción, Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim acuñaron a fuego el imaginario colectivo de una playa supuestamente idílica, con mujeres maravillosas caminando con un ritmo que estaría dedicado a acompañar la cadencia de la bossa nova.
La canción podría haber sido inspirada en cualquiera de las "garotas" cariocas y anónimas que pasan caminando por la rambla de la playa más famosa de Río de Janeiro. Pero quiso el destino que la obra tuviera una musa y ella fue Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto, que al casarse adoptaría el apellido del marido y sería inmortalizada como Heló Pinheiro.
Tom y Vinicius la veían pasar todos los días mientras tomaban cerveza en el Bar Veloso, que actualmente se llama Garota de Ipanema -la calle donde está el bar ahora se llama Vinicius de Moraes-. Heló, que cuando inspiró a Tom y Vinicius tenía 18 años, vivía a dos cuadras de ese bar.
Dos años después de que la canción fuera lanzada, Heló supo de boca del propio Vinicius que ella había sido la inspiración para la canción. Un año después, cuando ella se casó con un joven de la alta sociedad carioca, Tom y su esposa fueron padrinos de casamiento.
Vinicius, asignándole para siempre el rol de musa de "Garota de Ipanema", reveló: "Desde nuestro puesto de observación en el Veloso, secando nuestra cervecita, Tom y yo enmudecíamos ante su llegada maravillosa. El aire se ponía más volátil como para facilitarle el divino balanceo de su andar. Y así iba ella, toda linda, la garota de Ipanema, desarrollando en su recorrido la geometría espacial de su balanceo casi samba, y cuya fórmula se le habría escapado al propio Einstein; sería necesario un Antonio Carlos Jobim para pedir en el piano, en gran y religiosa intimidad, la revelación de su secreto".
2005
La vida de Heló Pinheiro, que hoy tiene 61 años y cuatro hijos, fue construida en torno a la revelación de Vinicius. Desde entonces nunca más fue apenas Heló Pinheiro, sino "Heló Pinheiro, la garota de Ipanema".
Gracias a la fama conseguida con su auténtico título de "nobleza carioca", Heló fue modelo, actriz de telenovela y empresaria -tiene un negocio de confección y venta de ropa en San Pablo-. El hecho de ser la "Garota de Ipanema" le generó hasta un contrato para aparecer en latas de gaseosa en Japón.
En los últimos años, su nombre reapareció en los medios. Primero, por posar, hace dos años, en la revista Playboy junto con una de sus hijas, Ticiane, de 19 años. Ella ya había posado para Playboy en 1987, y madre e hija no se resistieron a una nueva propuesta de la revista -que en Brasil no es pornográfica, sino de información general, con ensayos de desnudos hechos por fotógrafos famosos-.
Su nombre también saltó a los medios debido a un proceso judicial iniciado recientemente por las familias de Tom Jobim y Vinicius de Moraes, que se molestaron porque Heló llamó "Garota de Ipanema" a su tienda de ropa.
"La canción es de ellos; ellos tienen los derechos. Pero yo fui la musa. El nombre Garota de Ipanema sólo existe porque yo existo", afirmó Heló en su momento.
Heló también consideró que su historia valía un libro. Escribió uno llamado "Por causa do amor", en el que relata toda su vida y entretelones del mundo de la bossa nova en los años 60 en Río.
Heló ya no vive en Río de Janeiro sino en San Pablo -algo que Tom y Vinicius sí habrían reprobado-, y participa como actriz en el musical "Francisco e Clara".


