La policía empezó a desbloquear un puente clave que une Canadá y EE.UU.
El paso está bloqueado desde el lunes; algunos camioneros empezaron a retirarse pacíficamente, pero las protestas contra las restricciones por el Covid continúan
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WINDSOR, Canadá.- La policía canadiense comenzó el sábado a despejar un puente fronterizo con Estados Unidos, bloqueado por manifestantes que se oponen a las medidas sanitarias, mientras miles de personas eran esperadas en Ottawa para una gran manifestación.
El movimiento, que entra en su tercera semana, inspiró a otros más allá de las fronteras, especialmente en París, donde, a pesar de la prohibición de la manifestación miles de personas marcharon contra el pasaporte sanitario.
En Canadá, el Tribunal Superior de Ontario ordenó la evacuación de los manifestantes instalados desde el lunes en el puente Ambassador, importante eje fronterizo entre los dos vecinos norteamericanos, un bloqueo que llevó a Washington a intervenir ante el gobierno de Justin Trudeau.
El primer ministro canadiense prometió el viernes aumentar la represión policial porque las “fronteras no pueden permanecer cerradas” y el estado de emergencia se declaró en Ontario. Pero nada pareció disuadir a los manifestantes instalados en las calles de Ottawa o en el puente Ambassador, que conecta Windsor, en Ontario, con la ciudad estadounidense de Detroit.
🇨🇦 CANADA
— Alberto Quevedo Glez (@albernap) February 12, 2022
La policía, y algunos otros con pinta de militares, avanzan para sacar a los manifestantes que bloquean el cruce fronterizo entre EEUU y Canadá en el puente Ambassador
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Sin embargo, a media mañana de este sábado, la policía avanzó sin problemas alrededor del puente: los manifestantes desmantelaron algunas carpas instaladas en medio de los carriles de circulación y los primeros camiones abandonaron el lugar. Pero varias decenas de manifestantes aún ocupaban la calzada y se enfrentaban a la policía, que está desplegada en masa y apoyada por vehículos blindados.
”Las personas en el área de protesta son pasibles de ser detenidas. Se recomienda que abandonen el área de inmediato”, tuiteó la policía.
El cierre de este puente desde el lunes ha causado trastornos en la industria automotriz en ambos lados de la frontera. Más del 25% de las mercancías comercializadas entre Estados Unidos y Canadá transitan por allí. También están bloqueados otros dos pasos fronterizos: el primero, en Emerson, conecta la provincia de Manitoba con Dakota del Norte, mientras el segundo se encuentra en Alberta.
Apoyo en aumento
El sábado por la mañana, por tercer fin de semana consecutivo, una multitud se concentró en las calles de Ottawa, epicentro del movimiento. Con banderas canadienses en la mano o colgadas de los hombros, cientos las personas llegaron al centro de la ciudad y llegaron a colarse en medio de los camiones estacionados a pesar de la nieve que caía.
”No estoy vacunado y no estoy muerto”, dijo a la prensa Marc-André Mallette, de 38 años, señalando que apoyó la causa “desde el principio”.
John Pacheco, que acudió tres veces en la semana a manifestarse, llevó el sábado a su hija Sophia, de 15 años. Este “activista católico” se complació en ver que los convoyes se están extendiendo por todo el mundo. ”Si no estoy vacunada, no puedo ir a la iglesia”, protestó Sophia Pacheco, quien puso rosarios alrededor de su bandera canadiense.
La protesta partió de camioneros que se oponían a la obligación de vacunarse para cruzar la frontera con Estados Unidos, pero abarca ahora reclamos más amplios contra todas las medidas sanitarias y también contra el gobierno de Justin Trudeau. Este último fue fuertemente criticado por la oposición por su inacción ante los manifestantes.
Trudeau calificó la protesta como una “minoría marginal y ruidosa”. Pero en un país donde las medidas sanitarias son en la mayoría de las provincias más restrictivas que en otras partes del mundo, el movimiento recibió un apoyo popular más amplio de lo previsto por las autoridades.
Según una encuesta, un tercio de los canadienses lo respalda y el 44% de los vacunados entiende “la causa y las frustraciones que transmiten los manifestantes”.
Desde el inicio del movimiento, varias provincias del centro de Canadá anunciaron el abandono del pasaporte sanitario y el barbijo en las próximas semanas. Sin embargo, las dos provincias más pobladas del país, Ontario, epicentro de la protesta, y Quebec, se inclinaron en sentido contrario.
Manifestación en París
En París, algunos de los miles de opositores al pase sanitario lograron llegar el sábado a los Campos Elíseos, lo que provocó rápidamente la intervención de la policía para dispersarlos, y se sumaron a las manifestaciones autorizadas.
Siguiendo el modelo de la movilización canadiense confluyeron en las calles de la capital francesa opositores al presidente Emmanuel Macron, a las medidas sanitarias y “chalecos amarillos”, dando forma a un movimiento autodenominado “convoyes de la libertad”.
La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se habían reunido en los Campos Elíseos. En La Haya, manifestantes provenientes de todos los Países Bajos bloquearon el centro de la capital, donde están decididos a permanecer a pesar de los llamamientos de las fuerzas del orden para que se retiren.
Agencias AFP y AP
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