
La voz combativa de un país desolado
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DILI (AFP).- El presidente de Timor Oriental y premio Nobel de la Paz, José Ramos Horta, lidera, desde hace 30 años, la lucha de su país por existir.
Elegido presidente en mayo de 2007, Ramos Horta es un políglota con innegables dotes de diplomático. Muy allegado al primer ministro y ex presidente Xanana Gusmao, durante años fue el infatigable vocero internacional de la resistencia al régimen indonesio, que ocupó Timor Oriental de 1975 a 1999.
Nacido el 26 de diciembre de 1949 en Dili, a los 25 años fue nom-brado ministro de Relaciones Exteriores del efímero gobierno del Frente Revolucionario de Timor Oriental Independiente (Fretilin) y enviado al extranjero para defender la causa timorense.
Durante diez años, este ex periodista que habla portugués, inglés, francés y tetum, la lengua de Timor Oriental, vivió en Nueva York y se convirtió en una figura familiar en la ONU, donde, siempre sonriente pero firme, presidió la delegación permanente del Fretilin.
Amante del jazz y del cine, su denuncia del "genocidio" perpetrado por los indonesios contra su pueblo le valió el Nobel de la Paz en 1996.
En agosto de 1999, Timor Oriental optó en referéndum por la independencia y en diciembre, tras 24 años de exilio, Ramos Horta volvió al país .
Antes de ser nombrado presidente, ocupó los cargos de ministro de Relaciones Exteriores y primer ministro.
