Polémica en Italia: ¿venden el Coliseo?
Fuertes críticas por una medida del gobierno destinada a sanear el déficit público
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ROMA.- ¿Se privatiza el Coliseo? ¿Se vende la Fontana di Trevi?
Desde el sábado último, cuando el presidente italiano promulgó una nueva ley que pretende reducir el inmenso déficit público mediante la venta del patrimonio artístico y cultural del país, el gobierno de centroderecha de Silvio Berlusconi se encuentra en el ojo de una tormenta. Y sus integrantes no hacen más que reasegurar que no, que ni el Coliseo, ni la torre de Pisa ni ningún monumento emblemático del país será puesto en venta.
Más allá de las desmentidas, la nueva ley "salvadéficit", que el Parlamento aprobó el jueves último, ha desatado una verdadera polémica en Italia, donde la oposición de centroizquierda e incluso asociaciones ambientalistas y artísticas acusan al Ejecutivo de utilizar la "lógica de caja" para sanear las cuentas públicas, poniendo en riesgo la propiedad de invaluables joyas del Estado.
En un país lleno de obras de arte, la controvertida ley prevé crear dos sociedades anónimas -Patrimonio Spa e Infraestructuras Spa- para "revalorizar" (término menos fuerte que "privatizar") el patrimonio inmobiliario público, cuyo valor estimado es de unos 805 millones de euros. Con esta norma, que pretende sacar algún beneficio de inmuebles estatales en desuso o mal utilizados, el gobierno apunta a paliar el inmenso déficit público, que ronda los 1300 millones de euros.
Peleas internas
Haciéndose eco de la preocupación que despierta esta ley en la oposición y en representantes de la cultura, el propio presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, envió una carta a Berlusconi para pedirle que fueran tutelados los bienes públicos, en especial los culturales y ambientales. Enseguida, el ministro de Economía, Giulio Termonti, afirmó que "nadie quiere vender el Coliseo", sino solamente aquellos "bienes que hasta ahora representaron un costo".
Lo cierto es que la promulgación de la denominada "ley salvadéficit" no sólo provocó una catarata de reacciones airadas de la centroizquierda, sino también una fuerte pelea en el seno del gobierno. El subsecretario de Cultura, Vittorio Sgarbi, un crítico de arte famoso por su excentricidad y por no tener pelos en la lengua, atacó al titular de la cartera, Giuliano Urbani, por respaldar la nueva ley. Además, lo llamó de "obtuso" y le exigió una lista de los bienes que en ningún caso podrían ser vendidos, es decir, "inalienables".
Al margen de contestar que Sgarbi "necesita un médico", Urbani afirmó que era "imposible" elaborar una lista de ese tipo porque sería "larguísima", con entre 400 mil y 500 mil obras.
Se consideran "inalienables", es decir, no vendibles, los bienes artísticos, monumentales y ambientales de Italia, por lo que, en teoría, ni los Foros Romanos, ni el Coliseo ni la Galería de los Uffizzi correrían peligro.
Lo que sí podría privatizarse, según fuentes de prensa, son faros, islas, playas, teatros o cuarteles que son propiedad de ministerios, empresas o entes del Estado, como el cine Nuovo Sacher, que maneja el famoso actor y director Nanni Moretti.




