Quién es la misteriosa "amiga" del rey Juan Carlos
La princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein encabeza los rumores que ponen en jaque al matrimonio real de España
En España aún se rehúsan a mencionar el tema, pero en Alemania ya se habla del "gran escándalo" tras los rumores en torno a la relación del rey Juan Carlos y la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien habría participado en el último y polémico viaje de caza a Botswana.
La primera pista la dio el diario italiano La Stampa, en una nota en la que anunciaba que "en España hay dos reinas: la oficial, Sofía, de 73 años, casada desde 1962 con el rey Juan Carlos; y la oficiosa, la provocante y rubia princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 46, separada y amante desde hace cuatro años del soberano más tombeur de femmes de Europa".
"Corinna Larson, su plebeyo nombre de soltera, nació en Ditzingen, y se ha vuelto de sangre azul gracias a su segundo matrimonio, en 2000, con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein. Hace años que vive en Madrid con sus dos hijas. Es la aristócrata que acompaña al Rey en los viajes y hasta lo representa en el extranjero", destacó el periodista Antonio Orighi, autor del controvertido artículo.
.La ruptura de ese tabú llevó incluso a que medios digitales hablaran sin tapujos en la red de una presunta "amiga" del monarca, la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Los diarios nacionales no abordan abiertamente el tema, pero alguno hizo elegantes insinuaciones aludiendo a las desavenencias familiares.
De acuerdo al artículo, se conocieron en 2006, en un banquete en honor del monarca cuando visitó Ditzingen, un pueblo del sur de Alemania. Después ella viajó a Mallorca y a Valencia, para las competiciones de la Copa del América de vela, donde coincidió nuevamente con el rey.
Más leídas de El Mundo
Sunak y Scholz se reunieron en Berlín. Reino Unido y Alemania estrechan sus lazos en materia de defensa y apoyan unidos a Ucrania
Despidos y caída en las ventas. Cuatro datos que explican la crisis que atraviesa Tesla
"Es una locura total". En medio de protestas y polémica, Venecia estrenó el pago para entrar a la ciudad y contrarrestar el turismo masivo