Sospechan de la presencia de las FARC en Paraguay
Eso llevó al FBI a instalarse en el país
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ASUNCION.- Lejos de sentirse molesto, el vicepresidente primero del Senado y de su Comisión de Relaciones Exteriores, Alejandro Velázquez Ugarte, dijo que era "muy válido que el FBI se instalara en la embajada" de los Estados Unidos en Paraguay, "como sucede en otros 58 países", de modo de cooperar con las fuerzas de seguridad de su país en la prevención de crímenes y secuestros.
En ello influyó, según admitió Velázquez Ugarte durante una entrevista con LA NACION, la virtual participación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por medio del partido de izquierda Patria Libre, en el secuestro de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas, de 31 años, el 21 de septiembre de 2004. Su cadáver fue hallado el 17 de febrero pasado en Ñemby, cerca de Asunción.
En un viaje a Washington, el vicepresidente de Paraguay, Luis Castiglioni, mantuvo una reunión con su par norteamericano, Dick Cheney, y estuvo en la sede del FBI, según Velázquez. A su regreso, antes de que Donald Rumsfeld visitara, el 16 de agosto, Asunción, el gobierno de Nicanor Duarte Frutos ya había aprobado la presencia de los agentes federales norteamericanos en la embajada.
En Estados Unidos existía la sospecha de presuntos vínculos de las FARC con grupos de izquierda paraguayos. Omar Martínez, jefe de Patria Libre involucrado en el secuestro y el asesinato de la hija de Cubas, habría mantenido contacto fluido por e-mail con Rodrigo Granda, llamado canciller del grupo guerrillero colombiano por sus viajes frecuentes a varios países de la región. Entre ellos, Venezuela y Paraguay, según Velázquez Ugarte.
El escándalo desatado por la aprobación en el Congreso de Paraguay de un paquete de ejercicios e intercambios militares con los Estados Unidos puso sobre el tapete, como valor agregado, la virtual apertura de la oficina local del FBI como una suerte de cesión a los intereses norteamericanos.
"Nada más alejado de la realidad -repuso el senador liberal Carlos Mateo Balmelli en una entrevista con LA NACION-. No hemos aprobado nada excepcional, sino lo mismo que se viene haciendo desde la década del 40. Las tropas y el personal norteamericano tienen una inmunidad limitada, sujeta al Tratado de Viena. Paraguay mantiene una excelente relación con Estados Unidos y, sin desentendernos del Mercosur, soy partidario de ella sin llegar a los extremos de las relaciones carnales de Guido Di Tella."
En su momento, el subsecretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Asa Hutchinson, señaló que la información que había recibido de Paraguay sobre la presencia de las FARC "parece sustancial" y expresó su apoyo a Duarte Frutos. Esa información surgió de las pesquisas del ex fiscal general Oscar Latorre entre las cuales había evidencias del presunto asesoramiento de Granda a Martínez y del supuesto entrenamiento de militantes de Patria Libre en Colombia.
Martínez, procesado como principal responsable del secuestro de la hija de Cubas, habría habilitado una cuenta de correo electrónico por medio de la cual se comunicaba con Granda. En la negociación con la familia Cubas tanto ellos como Martínez y Granda usaban otra dirección.
Los pormenores del secuestro, más la acusación directa del presidente colombiano, Alvaro Uribe, a Granda por el crimen de la hija de Cubas, llegaron a oídos de las autoridades norteamericanas, preocupadas por la eventual expansión de las FARC más allá de sus fronteras. Velázquez Ugarte quiso separar la paja del trigo: nada tuvo que ver la aprobación del paquete de ejercicios militares con las consecuencias del caso Cubas. "Y nada se hizo en forma sigilosa", señaló.
En grupos y partidos de izquierda, Velázquez Ugarte advirtió un interés aparente en distorsionar la realidad de Paraguay: "Pertenecen a sectores de extrema izquierda y son personeros acreditados que no están en los gobiernos de la región, pero quieren crear una situación de inestabilidad".
La preocupación de las autoridades norteamericanas, según Velázquez Ugarte, no habría comenzado con el crimen de Cubas, sino con el asesinato del ex vicepresidente Luis María Argaña, en marzo de 1999. "Luego hubo secuestros como el de Cristian Schaerer y otros que provocaron aún más preocupación", dijo. De ahí su aprobación de la presencia del FBI, de la cual, agregó: "Paraguay resultará favorecido porque no posee radares mientras por el cielo van aviones cargados de droga desde Colombia hasta Brasil".



