Trump baja las expectativas sobre un cambio en Venezuela: "Las cosas llevan tiempo"

WASHINGTON.- Cinco meses después de que Juan Guaidó asumió como presidente interino de Venezuela, y lideró el avance mas contundente de la oposición para desterrar al régimen de Nicolás Maduro, Donald Trump puso paños fríos y bajó las expectativas a la posibilidad de un cambio político en la nación caribeña. "Las cosas llevan tiempo", dijo Trump, en la cumbre de líderes del G-20 en Osaka, Japón.

Trump soltó esa frase al responder preguntas durante una reunión bilateral con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los mandatarios de América Latina que ha elevado la presión sobre Maduro para forzar una transición política. Hoy, cinco meses después de que la oposición venezolana se unió detrás de Guaidó, generando una enorme expectativa en Washington y en la región, nada parece indicar que esa transición esté cerca.

"Las cosas llevan tiempo... Estamos con la gente de Venezuela", afirmó Trump, quien está muy frustrado con su equipo de seguridad nacional por la falta de avances en Caracas. En Washington, de hecho, ya han comenzado a circular rumores sobre posibles cambios en su equipo de colaboradores abocados a la región.

La situación en Venezuela fue uno de los temas en la agenda de Trump en Osaka, pero distó de ser una de sus prioridades. Trump tocó el tema en su encuentro con Bolsonaro, y, también, en su bilateral con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, principal aliado de Maduro. No hubo definiciones o nuevos anuncios tras ambos encuentros.

Trump y Bolsonaro también discutieron sobre la creciente influencia de China en América Latina. Pero, de nuevo, el foco de Trump en sus discusiones con Pekín está puesto en la búsqueda de un acuerdo que permita sepultar la guerra de aranceles entre ambas potencias, por más que seguramente abordará, también, la situación en Venezuela.

Trump se verá mañana con el presidente chino, Xi Jinping. El mandatario se mostró optimista sobre el desenlace de ese crucial encuentro. "Veremos que pasa mañana. Será un día muy emocionante, estoy seguro", dijo en la bilateral con Bolsonaro. "Va a salir bien para ambos países", auguró.

Risas con Putin

El encuentro de Trump con Putin dejó una de las polémicas del G20. El comunicado oficial indicó que Trump volvió a discutir sobre la situación en Venezuela, además de Irán, Siria y Ucrania. Pero esa bilateral se viralizó por otro motivo: una vez más, Trump volvió a ningunear las campañas del Kremlin para desestabilizar las democracias occidentales.

Al momento de las fotos, una periodista le preguntó a Trump si pensaba decirle a Putin que dejara de interferir en las elecciones en Estados Unidos, tal como ocurrió en 2016, con el escándalo Rusiagate. El Congreso, el Departamento de Justicia y la comunidad de inteligencia acusaron al Kremlin de orquestar una campaña de desinformación, pero Trump nunca lo creyó del todo. Llamó al escándalo una "farsa" y una "noticia falsa", y negó cualquier involucramiento.

El encuentro en Osaka entre Trump y Putin fue el primero desde que se conoció el informe del fiscal Especial, Robert Mueller, sobre el Rusiagate.

Al escuchar la pregunta, Trump sonrió, y, con Putin al lado, respondió: "Si, claro que si", dijo, y luego miró al costado, hacia donde estaba el líder ruso. "No se entrometa con la elección", dijo, con una sonrisa y un dejo de ironía. Putin se rió.

Por Rafael Mathus Ruiz

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