Trump pesa más de 110 kilos y sobrepasó la línea de obesidad
NUEVA YORK.- Donald Trump no es un buen ejemplo de vida saludable. Él mismo reconoció varias veces que no realiza ninguna actividad física, más allá de sus rondas de golf, y su dieta no es equilibrada. Aunque el presidente norteamericano presenta "una óptima salud general", tiene varios kilos de más y técnicamente superó la línea de obesidad, reveló el chequeo supervisado por el médico de la Casa Blanca , Sean Conley, y realizado en el Walter Reed National Military Medical Center, la semana pasada.
Respecto del año pasado, Trump, que mide 1,90 metros, aumentó dos kilos, y pesa 110,223. Esto implica un índice de masa corporal (IMC) equivalente a 30,4, lo que técnicamente implica un estado de obesidad, destacaron algunos medios locales. El IMC se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros y según el National Institutes of Health estadounidense el que supere 30 rebasa la línea de la obesidad.
Según estos datos, Trump forma así parte de los 93,3 millones de estadounidenses considerados obesos por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades.
"El índice no constituye una evaluación perfecta de la salud, pero cuando una persona está clínicamente obesa tiene otros factores de riesgo, lo que hace aumentar de manera significativa la posibilidad de tener problemas cardíacos", explicó el doctor Sanjay Gupta, especialista médico de la cadena CNN.
La revisión del año pasado indicaba que Trump gozaba de una salud "excelente", aunque tenía sobrepeso y rozaba la categoría de obeso, con un índice de masa corporal de 29,9, dado que pesaba 108,4 kilos.
El entonces médico presidencial, Ronny Jackson, que también supervisó la salud del exmandatario Barack Obama desde 2013, dijo que desarrollaría un plan de dieta y ejercicio para que Trump perdiese peso. Aunque parece que el magnate no lo siguió fielmente.
El informe médico del mandatario norteamericano también refleja que este último año han aumentado la dosis que recibe para tratarle el colesterol alto y prevenir enfermedades cardíacas. A pesar de todo ello, su doctor, Sean P. Conley, asegura que el presidente, de 72 años, goza de "muy buena salud en general". Algo que apoyan su ritmo cardíaco en reposo (70) y su presión arterial (118/80).
Agencias ANSA y AP
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