Un joven senador que impulsa el cambio
1 minuto de lectura'
AFP.- La necesidad de cambio es el lema de la campaña de Barack Obama, joven senador de Illinois, que ayer dio un gran paso hacia la candidatura por el partido demócrata al vencer en Iowa.
Obama nació en 1961 en Hawai, fruto de una breve relación entre un keniata y una mujer de Kansas.
Graduado en la universidad de Harvard, cuenta con un activo que es también su mayor pasivo: es un novato en las ligas nacionales.
Debido a su breve currículum se le endilga a menudo inexperiencia política para ser presidente.
Consciente de esa debilidad, ampliamente explotada por sus rivales, sobre todo la ex primera dama Hillary Clinton, consiguió convertirla en una ventaja, al presentarse en sus actos políticos como el candidato del "cambio" y de la "esperanza".
Llegó al Senado en 2004, con 43 años, por lo que no participó de la votación sobre el ataque a Irak. De hecho, critica la guerra desde sus inicios y reclama ahora el "fin responsable" de la ocupación.
Obama, que podría convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, también es a menudo con John Kennedy. "Tienen un impresionante número de cosas en común", explicó Theodore Sorensen, ex colaborador del asesinado presidente demócrata.
La juventud, la belleza y la elocuencia de ambos políticos les permitió "seducir y entusiasmar a un creciente número de estadounidenses cada vez más jóvenes", subrayó.
En Iowa, un estado donde el 95% de la población es blanca, contó con una fuerte participación en sus actos públicos, atrayendo sobre todo a más jóvenes que cualquiera de los otros precandidatos a las elecciones presidenciales del 4 de noviembre.
Aunque aspire a convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, Obama no desea que el color de su piel se convierta en el tema de la elección.
Durante la campaña, no ha sido víctima hasta ahora de ataques racistas. En cambio, algunos responsables de la comunidad negra le reprochan de "no ser suficientemente negro".
"En cierta medida, Estados Unidos sigue viviendo en el pasado: el discurso político negro sigue siendo el de los años 60 y del poder negro", dijo. "Pero no creo que estas cosas preocupen hoy día a la mayoría de los electores negros, ni tampoco la mayoría de los blancos".



