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Aliados, en formato musical
Ayer se estrenó la versión teatral del programa de Cris Morena, que hará funciones en el Gran Rex durante las vacaciones
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PARA LA NACIONJulieta Bilik
Cris Morena prefiere escribir a mano, hacer las cuentas con los dedos y hablar personalmente o por teléfono antes que chatear. Le cuesta acostumbrarse a su celular nuevo y aunque mira alguna serie por Internet, no hace mucho más que eso porque no le gusta. Sin embargo, es una de las mujeres que más sabe entender al público infantil y juvenil de esta época. A la llamada generación Z, que se crió en pleno desarrollo del mundo virtual y es experta en el uso de la tecnología. "Como trabajamos para jóvenes que están acostumbrados al ritmo de Internet y al intercambio constante tenemos que estar a la altura de ellos", explica. Y con Aliados, el musical que estrenó ayer en el Gran Rex y hará funciones durante todas las vacaciones de invierno, más allá de sus resultados artísticos, lo está.
Un escenario de 360 grados, 150 cambios de vestuario, 4 ascensores en escena, 200 luces para todo el espectáculo, 142 m2 de pantalla de LED de última generación en las que se proyectan imágenes de video con animaciones 3D y un sistema de sonido profesional son los atractivos escenoténicos que complementan este show, que más allá de su propuesta de viajar "hacia nuestra propia luz" busca el impacto y la novedad desde todos sus frentes. Coproducido por Cris Morena Group en alianza, por primera vez, con T4F, encabezan el elenco Peter Lanzani, Alejandro Botto y Oriana Sabatini. Una vez más, el éxito de la TV se muda al teatro para vivir la experiencia en directo y permitirle al público descargar toda su adrenalina y su furia adolescente.
Aliados, el musical sucede en una biblioteca. A partir de la lectura de distintos libros, cada personaje viaja en el tiempo y el espacio a otras realidades. No es una obra sencilla. Con ritmo televisivo, y de gran impacto visual, la casi hora y media de show es intensa. "Tierna, emotiva, frenética y ruidosa" promete todos los ingredientes con los que el público infanto-juvenil parece querer deleitarse estas vacaciones de invierno. La puesta retoma el espíritu del programa de TV y sus personajes, que más allá de la pantalla extiende su universo con webisodios, material extra en su portal de Internet y una revista, pero cuenta una historia nueva que pretende acercarse a toda la familia. "Un espectáculo sin edad", según lo define Cris.
Como el canto es en vivo durante todo el espectáculo, "es un show muy demandante y requiere de mucha concentración en todas las áreas", cuenta Peter Lanzani, uno de sus protagonistas. Con tres coachs -uno de canto, otro de baile y el tercero de actuación- entrenando al elenco durante más de 300 horas, el esfuerzo es grande. "Venimos ensayando un montón, poniendo muchísimo trabajo para que todo salga bien", dice Oriana Sabatini, quien debuta haciendo temporada con esta obra y se asume como "fanática" de los musicales. Y agrega: "Mi única cábala es ponerle todas las ganas".
¿Los secretos? La exactitud y la sincronicidad. Así revela Cris Morena las cualidades ocultas de la comedia musical. "Todo tiene que ser absolutamente exacto. La luz, el sonido, el telón y los actores tienen que entrar en el momento justo para provocar emoción. Si no, se ve todo muy lindo, pero en realidad no pasa nada". Por eso Cris ensaya muchísimo, insiste en cada detalle, mira pasada tras pasada y anota en su cuadernito todo lo que fue desprolijo o sucedió a destiempo para volver a probarlo, corregirlo, perfeccionarlo. Lo suyo es la búsqueda de la excelencia.
Y en ese duro camino de trabajo cuenta que Aliados, el musical es un gran desafío. "Hay canciones muy complejas y una profundidad grande. Pero a la vez hay brillo y una estética con impacto." La historia muestra cómo "los personajes arrancan dormidos, negados e inconscientes y se van modificando". Por eso sin dudas para ella el mayor reto es contar la historia. "Hay cosas que hacemos con prueba y error. En los errores a veces aparecen cosas geniales, pero a veces no y por eso hay que seguir corrigiendo. Es una responsabilidad para mí expresarme en lo mejor que sé hacer. Si supiera coser me dedicaría a hacer prendas para que la gente se luciera, pero me toca el musical y el teatro. Por eso quiero contar algo que emocione, que modifique al público". Y a fuerza de escribir y tachar, Cris persevera e insiste. Se renueva una vez más.
Por Julieta Bilik
