Christian Slater: "Es una película muy intrigante, con actores maravillosos"

Christian Slater abre la puerta de la habitación del hotel con una enorme sonrisa y saluda con energía. Está vestido con un impecable traje de tres piezas de Ralph Lauren, pero sin el saco. El elegante look es parte del personaje enigmático que interpreta en La cordillera, la nueva película de Santiago Mitre, en la que Ricardo Darín encarna a un presidente de la Argentina que durante una cumbre internacional de mandatarios tiene que lidiar con cuestiones políticas y personales. Dolores Fonzi, Érica Rivas y un grupo de prestigiosos actores hispanoamericanos completan el elenco de esta producción internacional cuyo estreno está previsto para el 17 de agosto de 2017.

El actor que se hizo famoso en los 80 y 90 con Heathers, Escape salvaje, Robin Hood, El nombre de la rosa y Entrevista con el vampiro, entre otras películas, vino a Buenos Aires a filmar una larga escena de La cordillera, de la cual no puede contar nada.

Entusiasmado y jugando con una pelotita, Slater se sentó a charlar con LA NACION sobre su experiencia filmando con Darín, las elecciones de los Estados Unidos, su época de actor joven y rebelde, y cómo vive el fenómeno de Mr. Robot, la serie que de nuevo lo puso de moda.

-¿Sentías ansiedad al venir a filmar a un país que te resulta extraño?

-Me dio mucha confianza la gente de la producción que fui conociendo. Sentí que era un buen equipo, lleno de gente interesante. Con Santiago tuve una conversación vía skype en la que me contó cómo iba a ser la puesta en escena y el tono de lo que íbamos a filmar. Eso nos dio la oportunidad de conocernos. Nunca había venido a esta parte del mundo, así que eso también fue atractivo.

-¿Te sorprendió algo en particular cuando llegó el momento de hacer tu escena?

-Sí, lo que me divertí filmando con Ricardo, ¡es genial! Había escuchado muchas historias sobre él y es tan encantador como me habían contado. Creo que nos divertimos mucho y que el público se va a sorprender con lo que él logra en esta escena en particular. Es una película muy intrigante y que tiene actores maravillosos de todo el mundo.

La película trata sobre una cumbre de presidentes mientras los Estados Unidos están por elegir a uno nuevo. Es un momento de mucha agitación política, ¿qué pensás sobre todo lo que está pasando?

-Estoy un poco harto de esto, ¡tengo tanta ansiedad por las elecciones! Creo que todos lo están sintiendo. Estoy muy preocupado por los Estados Unidos y nuestras relaciones con el resto del mundo si esto no termina como debe ser (ganando Hillary). Ya voté antes de venir porque en esta elección en particular quería asegurarme de que no hubiera ningún problema y pudiera emitir mi voto. Todo lo que pasó fue inconcebible y ojalá supiera cómo explicarlo.

-¿Qué opinás del fenómeno en el que se convirtió Mr. Robot?

-Es un papel maravilloso y amo a Sam Esmail, el creador de la serie. Me encanta ser parte de algo con lo que la gente se identifica. Refleja mucho lo que está sucediendo en el mundo y la sensación de soledad, aislamiento y desconexión que tenemos. Que la gente se identifique con eso por un lado es genial, pero por el otro es muy triste. Cuando abro el diario y me entero de los hackeos que se hacen me parece muy loco. Definitivamente la serie tiene mucho que ver con lo que está pasando en el mundo. Hace pocos días hubo un hackeo muy grande que afectó a Netflix, Twitter y otras cosas que estamos muy acostumbrados a usar. Asusta la idea de que fue una especie de prueba de lo que se podría llegar a hacer. Te hace pensar que quien tiene en sus manos la posibilidad de prender o apagar Internet podría ser la persona más poderosa del mundo. Dependemos tanto de todo eso, yo estoy mirando mi teléfono todo el tiempo. En la serie hablo de estas cosas, que vivimos en un reino de mentiras y caos. Hay muchas líneas de diálogo en Mr. Robot que cuando las leo me doy cuenta de que reflejan la realidad. Cuanto más te metés en el tema, más te das cuenta de que es una locura.

-Sos actor desde hace más de 30 años, ¿cómo empezaste desde tan chico?

-Crecí en Nueva York y mi papá era actor. Iba con él al trabajo y lo miraba en el escenario. Mi mamá era directora de casting y trabajaba para una telenovela. Así que siempre estaba rodeado de actores e involucrado con el teatro. Me siento muy agradecido por haber crecido en Nueva York y haber tenido la oportunidad de ver muchas obras de teatro y de haber podido espiar lo que pasa detrás del escenario. Eso me hizo apreciar luego tanto el trabajo frente a las cámaras como detrás.

-Trabajaste mucho, en los 90 estuviste en películas muy exitosas, te convertiste en una gran estrella y fue muy complicado, ¿cómo recordás esa época?

(Lanza una carcajada antes de contestar) -Fue una locura. Hice grandes películas que amo: Heathers, Corazón indomable, Escape salvaje. Es una colección maravillosa de películas en las que tuve la oportunidad de ser parte. Trabajé con grandes actores y actrices increíbles como Winona Ryder, Patricia Arquette y Marisa Tomei. Llevo todas esas experiencias en mi corazón. Pero, bueno, ¿qué puedo decir? Era un chico muy loco. Esa es la verdad. Disfruté esas experiencias, pero estoy muy contento de estar donde estoy hoy, habiendo pasado todo eso, habiendo podido dejarlo atrás y seguir adelante, y ser un tipo profesional y preparado.

-La fama debe ser algo muy difícil de manejar, pero al menos en esa época no tenían redes sociales.

-Es verdad. Teníamos E! True Hollywood Story y programas así. Lidiar con las redes sociales hubiera sido muy complicado. Como tengo hijos me preocupo mucho por ese tema. Cuando subís una foto a Internet queda ahí para siempre y puede afectar a tu futuro. Es un tema difícil porque se junta información que algún día puede resurgir para lastimarte. Tengo mucho cuidado con mis hijos y me fijo, dentro de lo posible, qué es lo que hacen en Internet. Cuando sos joven no tenés el beneficio de la experiencia y estás probando los límites.

Slater sabe de lo que habla, habiendo sido un joven rebelde que pudo superar una etapa de excesos. Hoy, como actor maduro, los riesgos los asume en la pantalla. "Encuentro proyectos que me hagan correr los límites y sacarme de mi comodidad -dice-. Eso es lo que más me interesa hacer ahora."

Un seleccionado "presidencial"

La cordillera se perfila como uno de los estrenos argentinos más importantes de 2017. No sólo por la expectativa que genera el nuevo trabajo de Santiago Mitre, quien demostró su talento con El estudiante y La patota, sino también por la escala de producción y el elenco de actores convocados, que le aseguran proyección internacional. Además de Darín -que interpreta al presidente argentino Hernán Blanco-, Dolores Fonzi, Érica Rivas y Gerardo Romano, la película tiene un dream team del cine latinoamericano y español, con nombres que son habitués de festivales de cine. Está la española Elena Anaya (La piel que habito) encarnando a una periodista; los chilenos Paulina García -cuyo trabajo en Gloria le valió el premio a mejor actriz en el Festival de Berlín de 2013- y Alfredo Castro, actor fetiche de Pablo Larraín; el mexicano Daniel Giménez Cacho (La mala educación) y el brasileño Leonardo Franco, entre otros.

Por María Fernanda Mugica

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