Cinco películas para amar u odiar
Con motivo del estreno de la polémica Interestelar, repasamos otras producciones que generan opiniones divididas
Cada vez que se estrena una película de Christopher Nolan se produce un fenómeno que a esta altura es completamente esperable. Un grupo está dispuesto a defenderla a pesar de sus fallas y otro grupo la tira abajo con todos los fundamentos que encuentre. Sin dudas, Nolan es uno de los directores que más polarizan y su reciente producción, Interestelar, no es la excepción a la regla. A continuación, una mirada a cinco películas que también generaron críticas tan efusivas como lapidarias:
*1. EL CISNE NEGRO (2010, Darren Aronofsky)
La ambición de Darren Aronofsky como cineasta es indiscutible, especialmente porque él es el primer interesado en que esa ambición se note, se perciba, se celebre. El realizador hace obras desmedidas que en algunos casos funcionan porque la narrativa se lleva bien con lo exarcebado (Réquiem por un sueño, por ejemplo) y en otros no parece ser más que un intento de llamar la atención dejando la sutileza en el camino. Si contrastamos El luchador con El cisne negro, no sólo entendemos que ambas son primas hermanas (Aronofsky sigue a un individuo que se presiona por amor a lo que hace hasta las últimas consecuencias), sino que la primera amerita ser descarnada y visceral, mientras que la segunda roza la pretenciosidad con una obviedad por momentos aplastante. De este modo, todo aquello que conmovía en la película protagonizada por Mickey Rourke , en aquella que lideró Natalie Portman se vuelve más frío y cerebral, tanto así que Aronofsky lograría emocionar mucho más en la imperfecta pero noble La fuente de la vida.
*2. BAILARINA EN LA OSCURIDAD (2000, Lars von Trier)
Por más trillado que suene, Lars von Trier es uno de los directores más fascinantes a la hora de abordar al tópico de sentimientos contrapuestos. Justamente es la palabra "sentimientos", con su significado y sus implicancias, la que se encuentra más susceptible al debate dentro de la filmografía del realizador. Muchos repudian su regodeo en el sufrimiento extremo de sus protagonistas y muchos otros encuentran en esa decisión la forma más bella de aludir a la vida como tragedia. Bailarina en la oscuridad, una de las aristas de la denominada Trilogía del corazón de oro, lo tiene al realizador en su faceta más cruda, nuevamente con una protagonista que padece y adolece, como también sucedía en la fascinante Contra viento y marea. Es inevitable no pensar en que este referente del Dogma 95 apela al shock como gesto vacío de contenido, pero hay algo que se desprende de sus películas como principal atractivo para verlas: las impresionantes actuaciones de las mujeres que las comandan, desde Björk y Emily Watson hasta la formidable Charlotte Gainsbourg.
*3. AVATAR (2009, James Cameron)
En este caso, resulta sencillo rastrear el origen de la crítica generalizada a Avatar. Efectivamente, se trata de una película que no se apoya en el guión para decirnos algo sino que confía en que la imagen sea lo suficientemente abrumadora como para que le perdonemos los huecos narrativos. Pero esos huecos son insoslayables. James Cameron no plantea una historia universal con la simpleza como baluarte (ese fue el caso de Titanic, donde la economía de recursos en el guión era más certera), sino que usa esa simpleza como escudo ante las opiniones adversas. Porque sí, Avatar puede ser una película-mensaje, una sobre los daños medioambientales, una sobre la relación entre dos individuos aparentemente incompatibles, pero no hay perdón que valga ante ciertos diálogos tan chatos y carentes de imaginación como los que (con)tiene. Ya lo sabemos: esa imaginación en Avatar circula por otro carril y se complica rebatir que su impacto visual es tan inoxidable como fascinante y que su director literalmente creó nuevos mundos, el de Pandora y el de la revolución visual.
*4. INTELIGENCIA ARTIFICIAL (2001, Steven Spielberg)
Si lo analizamos detenidamente, se puede trazar un paralelismo entre Inteligencia artificial e Interestelar. A fin de cuentas, tanto Steven Spielberg como Christopher Nolan concibieron dos películas con una media hora final sobreexplicativa e innecesaria, al tiempo que quisieron homenajear a Stanley Kubrick. Sin embargo, fue Spielberg quien llevó a la pantalla grande una de las obsesiones del realizador de La naranja mecánica, quien había querido adaptar la obra de Brian Aldiss (el cuento "Super-Toys Last All Summer Long"), pero no contando con los recursos necesarios en su momento. El caso de Nolan es directamente tramposo: el realizador toma todo lo que estaba bien en 2001: odisea del espacio (confiar en la imagen) para anularlo con sendas secuencias ceremoniosas y solemnes. Ahora sí, retomando Inteligencia artificial, es su naturaleza desdoblada lo que la prefigura como carne de cañón para las críticas, especialmente si consideramos su magistral primera hora, aquella en donde más se nota el sello Kubrick. No deja de ser una lástima que Spielberg patine en el último tramo, cuando su propia película se le va de las manos y se convierte en uno de esos delirios más inexplicables que dignos de admiración.
*5. INLAND EMPIRE (2006, David Lynch)
...y un buen día el gran David Lynch se levantó y debió haber pensado "listo, me cansé de explicarme, voy a abrazar por completo el surrealismo". Así seguramente surgió Inland Empire. Si todos pensábamos que Mulholland Dr. requería de múltiples visiones para su total aprehensión (aunque la devastadora historia de desamor es bastante lineal para el universo Lynch), con Inland Empire directamente tenemos que tirar la toalla porque nunca podremos penetrar en el insconciente del realizador. Ése es ni más ni menos que su plan maestro: tres horas de un completo sinsentido (dependiendo siempre de cómo lo observemos) donde Lynch se va a los extremos de lo ominoso, lugar en el que se siente tan cómodo que no le resulta imperativo que se comprendan cada una de las escenas. En el medio de todo eso está la brillante Laura Dern, liderando el último largometraje del director hasta la fecha, creador que en dos años arremeterá con la reposición de su magistral creación televisiva, Twin Peaks.
Participación. ¿Qué otros directores y/o películas piensan que generan una relación de amor-odio?
lanacionar
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