
Adiós al director Nicolás Sarquís
El realizador, fallecido anteayer a los 65 años, fue un ferviente defensor del cine argentino
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Nicolás Sarquís, que falleció anteayer, a las 65 años, como consecuencia de un problema cardiovascular, estaba inscripto en esa gama de realizadores cinematográficos siempre dispuestos a desechar las historias más plácidas y pasatistas e inscribirse con apasionamiento en tramas que convertían a su obra en una estética de la precariedad.
Había nacido en Banfield el 6 de enero de 1938, estudió en la Escuela de Cinematografía de Santa Fe y posteriormente trabajó como asistente de realización antes de dirigir, en 1965, "Después de hora", su primer cortometraje. Dos años después se lanzó al largometraje con "Palo y hueso", basado en un cuento de Juan José Saer, una trama influida por el realismo sudamericano de Fernando Birri, su maestro, que le valió varios premios internacionales, aunque pasó algo inadvertida por las pantallas argentinas.
Tras otros dos cortometrajes -"Talampaya" (1971) y "Navidad" (1972)- Sarquís retomó el largometraje con "La muerte de Sebastián Arache y su pobre entierro", que le demandó cuatro años de rodaje -entre 1972 y 1976- y se convirtió, sin duda, en la obra más significativa de su filmografía. Este relato, hecho, como casi todos sus films, con una enorme pobreza de recursos económicos, lo convirtió en un realizador atípico que fijó su atenta mirada en una sociedad que margina a los pobres y los reduce a seres indefensos frente a la adversidad cotidiana.
Seguidamente, "El hombre del subsuelo" (1981) marcó el ingreso de Sarquís en las características tradicionales de la producción (respaldo económico y actores populares), lo que le permitió volver a manifestar la inquietud de sus búsquedas. Un viejo proyecto de él, llevar a la pantalla "Zama", basado en la novela homónima de Antonio Di Benedetto, quedó inconcluso en 1984 por dificultades económicas. Adherido al menemismo desde la primera hora, Sarquís dirigió en 1989 el documental "Menem, retrato de un hombre", y en 1992 comenzó con los preparativos para filmar "Facundo, la sombra del tigre", que seguía fiel y largamente la trayectoria personal y política del Tigre de los Llanos. La película, protagonizada por Lito Cruz y Norma Aleandro, estuvo terminada en 1994.
En 1997 rodó "Sobre la tierra", con Graciela Borges y Germán Palacios, la que sería su película postrera. Paralelamente a su actividad como director, Sarquís fue un ferviente defensor del cine argentino como vehículo propicio para reflejar en él las angustias y las esperanzas de los marginados y los desprotegidos. En un repaso de su obra se nota en ella un deseo de insertarse en una nueva búsqueda de temas y personajes que, en sus películas, evolucionó desde el ascetismo inicial hacia la fantasmagoría y el mito. Con Sarquís desaparece, pues, un cineasta atípico, un hombre reservado y taciturno y, sobre todo, un constante luchador que, contra las adversidades, construyó una nueva mirada del cine.
Sus restos serán inhumados hoy, en la Chacarita, a las 11.
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