Coronavirus: el aeropuerto de Montevideo se convierte en autocine

Se sabe, los tiempos han cambiado. El autocine fue una experiencia exitosa en tiempos pasados que, en la actualidad, salvo casos puntuales sólo pertenecía al imaginario de lo retro. Pero la pandemia viene modificando los hábitos y así es como esa antigua práctica de ver cine desde el auto fue variando en estos tiempos de distanciamiento social. La semana pasada, en Dinamarca, el cantante y compositor danés Mads Langer realizó un show para que los asistentes lo disfruten desde sus autos. Según se dijo, fue el primer recital para automovilistas. El escenario se montó en las afueras de Aarhus, una ciudad danesa situada en la costa oriental de la península de Jutlandia, en un enorme playón en el que los vehículos se ubicaron con la distancia social requerida.

Pero las transformaciones no se detienen. El diario El Observador, de Uruguay, anunció que la playa de estacionamiento del aeropuerto de Carrasco diseñado por el famoso arquitecto Rafael Viñoly funcionará como un autocine. Se trata de un emprendimiento en conjunto el mismo aeropuerto, Life Cinemas y el grupo Magnolio contará con una pantalla de 20 metros de largo y 16 de alto, una capacidad de 90 autos y locales grastronómicos para el público. Según se aclara el ingreso estará automatizado y se seguirá el protocolo sanitario del Ministerio de Salud Pública del vecino país.

Al parecer, el lanzamiento sería el 21 de este mes aunque todavía no hay fecha estimada de cuando comenzaría a funcionar. Se estima que durante dos meses se podrían realizar 80 funciones para unos 20 mil espectadores. Los cines en Montevideo están cerrados desde el 13 de marzo, cuando el gobierno decretó la cuarentena. El lanzamiento de este atípico autocine en medio de la arquitectura futurista del nuevo aeropuerto de Carrasco serían las primeras funciones. Al parecer en la zona de Punta Carretas, en donde alguna vez recaló el Cirque du Soleil como Creamfields, se instalará otro autocine.

En tiempos de pandemia el autocine fue ganando adeptos. En Corea del Sur y Alemania ya se vivio una especie de revival de aquella experiencia que hizo furor en el mundo sobre todo en las décadas de 1950 y 1960. En Estados Unidos ya miran con atención a los grandes parques de estacionamiento sin uso. De prosperar el proyecto uruguayo el magnífico aeropuerto no tendrá vuelos, pero sí cine y hasta, imaginan, shows musicales, espectáculos de stand-up o alguna comedia.