Escenas de la vida conyugal

"Un casamiento inolvidable" ("Casomai", Italia/2002, color). Dirección: Alessandro D´Alatri, Con Stefania Rocca, Fabio Volo, Gennaro Nunziante, Mino Manni, Maurizio Scattorin, Sara D´Amario, Paola Bechis, Andrea Jonasson. Guión: Anna Pavignano y Alessandro D´Alatri, sobre una historia de D´Alatri. Fotografía: Agostino Castiglioni. Música: Pivio & Aldo De Scalzi. Edición: Osvaldo Bargero. Presentada por Alfa Films. Duración: 114 minutos. Sólo apta para mayores de 13 años.
Nuestra opinión: buena

Tommasso y Stefania no tienen dudas. Se conocieron, se enamoraron, quieren compartirlo todo en la vida y han decidido casarse. Ni se les pasa por la cabeza imaginar que en el futuro pueden llegar a tropezar con los mismos obstáculos que enfrentan otras parejas: ellos están seguros de lo que hacen, son distintos. Por eso han querido una boda especial y han ido a celebrarla en una iglesita perdida en el bosque, lejos de Milán. Y allí se han encontrado con Don Livio, un joven cura también muy especial que aceptó casarlos aunque no hubieran asistido a ningún curso prematrimonial. Ya se encargará él de corregir esa omisión. Tommaso y Stefania saldrán del templo como marido y mujer, pero antes habrán acompañado al heterodoxo sacerdote en su lento recorrido por todos los conflictos, contrariedades y peligros con que la vida contemporánea puede hacer tambalear su felicidad.

La historia que el film cuenta, en fin, no es la que vive la joven pareja, sino la que podría llegar a vivir, según lo propone la imaginación del cura narrador. Es un recurso ingenioso, ya que permite hacer pasar a los protagonistas por todos los momentos críticos previsibles -ruptura y separación incluidas- sin sacrificar el tranquilizador final feliz. Y de paso, aludir a un montón de circunstancias que hacen aún más resbaladizo el terreno por el que la pareja deberá deslizar su vida amorosa sin perder el equilibrio.

Los otros

Es visible que a Alessandro D´Alatri le ha interesado sobre todo subrayar la influencia que en el interior de una relación matrimonial tiene el círculo familiar, amistoso y profesional en el que ella se desenvuelve. "El compromiso -avisa el cura dirigiéndose a quienes asisten a la ceremonia- no debería ser solamente entre los dos cónyuges sino entre todos." La historia que él imagina para Stefania y Tommaso expone claramente la incidencia que ellos tienen -voluntaria o inadvertidamente- en la evolución de la pareja.

Así, asoman unos cuantos problemas derivados de las características de la vida moderna en los grupos de clase media urbana: desde las asperezas propias de la convivencia hasta el arduo equilibrio que debe alcanzarse para atender las exigencias laborales sin restar tiempo y dedicación a la familia, y desde la necesaria modificación de los hábitos sociales que acarrea la llegada de un hijo hasta las responsabilidades que se suman cuando la generación de los mayores empieza a requerir atención especial por causa de la edad o de la enfermedad. Sin contar con las paradojas de alguna legislación que subsidia a los divorciados, pero redobla el peso impositivo sobre los casados.

Estas livianas escenas de la vida conyugal a la italiana, imaginarias pero bien reconocibles, conforman una fábula sensible, verosímil, a veces graciosa, a veces enternecedora y generalmente superficial, pero en ocasiones precisa en su observación de conductas y en la pintura de ambientes. La sostiene D´Alatri con buen ritmo y firme dirección de actores -Fabio Volo y Stefania Rocca prestan calidez y naturalidad a la simpática pareja-, con la necesaria dosis de humor e ironía y sin apelar a la sobrecarga sentimental. El paralelo entre el amor y la armonía de movimientos de una pareja de patinadores -que el cura narrador toma de una imagen proporcionada por la novia- es empleado con acierto en los primeros tramos de la historia, pero después va perdiendo eficacia hasta hacerse previsible y reiterativo.

Por Fernando López

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