
Las tentaciones peligrosas
El lado peligroso del deseo (Knock out, Estados Unidos-Chile/2015, hablada en inglés y castellano) / Dirección: Eli Roth / Guión: Eli Roth, Nicolás López y Guillermo Amoedo / Fotografía: Antonio Quercia / Música: Manuel Rivero / Edición: Diego Macho Gómez / Diseño de producción: Marichi Palacios / Elenco: Keanu Reeves, Lorenza Izzo, Ana de Armas, Ignacia Allamand, Aaron Burns, Coleen Camp / Distribuidora: Alfa Films / Duración: 99 minutos / Calificación: apta para mayores de 16 / Nuestra opinión: regular
Admirador de Tarantino (que incluso produjo y lo asesoró en el que fue su film más rendidor, Hostel, y hasta lo hizo participar de Bastardos sin gloria), Eli Roth obtuvo gracias a ese patrocinio cierta modesta fama de experto en el género. Ahora está de regreso con este thriller erótico rodado en Chile y con Keanu Reeves como protagonista.
El film tiene un comienzo bastante prometedor: Keanu es un arquitecto de éxito, dueño de una casa espléndida que él mismo proyectó, enamorado de su esposa, una cotizadísima artista plástica, y marido fiel y padre ejemplar de sus dos pequeños hijos. Es justamente el Día del Padre y se anuncia una jornada perfecta para todos a pesar de que madre e hijos se irán a disfrutarla en la playa mientras el dueño de casa aprovecha la soledad para completar un nuevo proyecto.
Demasiada felicidad para que el espectador no sospeche que algún infortunio está por derrumbarla. Y no será la furibunda tormenta que se descarga por la noche en ese rincón presuntamente californiano, sino lo que ella trae como consecuencia: dos bellezas jóvenes y sexies (una rubia, la otra morena) que al rato golpean a su puerta porque están perdidas (iban a una fiesta) y, además de empapadas, se han quedado sin celular. El protagonista es, claro, un caballero: no puede negarles la entrada, ni el teléfono, ni un par de toallones, si hasta les muestra las obras de su esposa y sus habilidades de ex DJ (bastante dudosas si se observa cómo Reeves manipula los vinilos). Pero ya se sabe que la carne es débil. Y las chicas, tentadoras y bastante atrevidas. Ya puede imaginarse lo demás, que el realizador ilustrará con regulada generosidad.
La pesadilla vendrá después, a la mañana siguiente, justo cuando el hombre comprenda que lo que vivió en la noche no fue un sueño y Roth empiece a convertir en imágenes sus fantasías eróticas, sádicas y sin límite. Un juego del gato y el ratón que puede resultar eficaz para entretener un rato pero se repite sin mayores variaciones durante largos 99 minutos.
En vano alguien aspirará a explicarse la motivación del comportamiento de las chicas, salvo que juzgue creíble su intención ejemplificadora ya que han comprobado que "todos los hombres son iguales". Ellas son la chilena Lorenza Izzo (esposa del director) y la cubana (establecida en España) Ana de Armas, que tienen la sensualidad y la desenvoltura necesarias para representar sus papeles frente a un Keanu Reeves que en momentos que se van multiplicando a medida que el cuento avanza (culpa de situaciones y diálogos imposibles de representar), suele generar la risa cuando se propone transmitir su comprensible desesperación.







