Oscar 2019: los premios siguen adelante sin conductor

Cuando un par de días después de ser confirmado como el anfitrión de la 91a. entrega de los premios Oscar el comediante Kevin Hart renunció al trabajo debido a la reaparición de viejos tuits en los que hacía una serie de bromas homofóbicas, la producción de la ceremonia se encontró en una encrucijada que según parece resolvió dejando el puesto vacante. Ese lugar que en otras oportunidades habían ocupado estrellas de la comedia como Bob Hope, Billy Crystal y Steve Martin y, más recientemente –y con resultados francamente desastrosos–, actores como James Franco y Anne Hathaway, ahora quedará vacío.

A seis semanas de la fiesta de los Oscar–se llevará a cabo el 24 de febrero–, la Academia de artes y ciencias cinematográficas aun no oficializó su decisión, según revela una nota publicada en la revista especializada Variety, y es que por primera vez en tres décadas, los Oscar no tendrán conductor y la tarea de llevar adelante la larga ceremonia recaería en un grupo de estrellas muy reconocidas, que se ocuparían de presentar los diferentes segmentos.

Además, según consigna la revista, salvo que aparezca un valiente que acepte el trabajo a último momento–una posibilidad minúscula–, la ceremonia se enfocaría en las muchas luminarias de la música que probablemente sean nominadas: Lady Gaga , Dolly Parton , y Kendrick Lamar .

Lo cierto es que ser el conductor de los premios Oscar debe ser el trabajo más codiciado y, al mismo tiempo, el menos deseado en Hollywood. Si la ceremonia sale más o menos bien todo el mundo opina que era lo mínimo que el ejército de productores, guionistas y el anfitrión experto podía hacer. En cambio, si sale mal la culpa es toda de quién se haya puesto el traje largo o el esmoquin de rigor sin tener en cuenta la tradición de los galardones más populares de la industria cinematográfica.

Así, enfrentados al desastre creado por la renuncia de Hart que hoy volvió a confirmar que no hará la conducción– más allá de los esfuerzos de su amiga Ellen DeGeneres para convencerlo en una entrevista que tuvo más efectos negativos que positivos para su carrera– y que no se disculpará de nuevo con la comunidad LGBTQ, los integrantes de la Academia apuestan a un cambio rotundo y con grandes ambiciones: una ceremonia sin conductor que también intentará no extenderse más allá de las tres horas de transmisión.