Los puentes de Madison, el film romántico que terminó en escándalo

Hay muchas películas de amor, pero pocas en las que una única escena es capaz de condensar el debate interno entre la pasión y la aventura frente al cariño por la familia y el miedo a la monotonía. En Los puentes de Madison, cuando Meryl Streep viaja al lado de su marido en una furgoneta y ve a Clint Eastwood [el actor que interpreta al fotógrafo que la ha devuelto la ilusión y del que se ha enamorado en tres días], ocurre precisamente eso. La mano temblorosa de Streep aferrada a la manija que le abriría la puerta del auto y de su destino, su contenido gesto de angustia mordiéndose el labio y la mirada al frente viendo al hombre del que se ha enamorado, mientras a su lado está el hombre bueno y generoso que es su marido, lo dice todo con dos sutiles gestos.

Ahora esa película dirigida por el propio Clint Eastwood, que se estrenó en 1995, vuelve a ser noticia por unos hechos mucho menos poéticos. El veterano fotógrafo que la inspiró, David Alan Harvey, de 76 años y asociado de la famosa agencia Magnum, ha renunciado voluntariamente a su puesto antes de que llegara el despido oficial por parte de la empresa en la que trabaja debido a las denuncias de abuso sexual. La junta de la agencia estaba a punto de votar su expulsión definitiva y el que es todo un mito de la fotografía en los Estados Unidos prefirió adelantarse a la humillación.

Magnum ha publicado un comunicado en el que afirma que antes de que Harvey tomara esta decisión la agencia ya había decidido expulsarlo permanentemente a falta de una última votación. Un hecho que es la primera vez que ocurre en sus 76 años de historia. En la nota se dice: “Magnum quisiera reiterar su disculpa a las víctimas y sobrevivientes”.

La agencia ya había suspendido a David Alan Harvey en diciembre de 2020 por las acusaciones de abuso sexual y comportamiento impropio que hizo públicas la revista Columbia Journalism Review el día 21 de ese mismo mes. Once mujeres expusieron en un reportaje sus testimonios sobre el acoso sexual al que las sometió el fotógrafo. Se trata de mujeres jóvenes, también fotógrafas, a quienes el fotoperiodista ofrecía que fueran sus asistentes y que lo acompañaran en sus viajes.

Una de las mujeres que contó su experiencia ha sido Alicia Vera, una fotógrafa que en la actualidad publica en Time y The New York Times. Vera explica que su encuentro con Harvey ocurrió en 2009, cuando ella tenía 23 años y estaba empezando a abrirse camino en el mundo de la fotografía. Fue entonces cuando recibió la invitación para ser la asistente de David Alan Harvey. Ella explica que durante una llamada de trabajo por Skype, en algún momento él apagó la luz y a ella le quedó claro que él se estaba masturbando. En otras declaraciones realizadas a The Art Newspaper, Vera contó sus sensaciones sobre la renuncia de Harvey en Magnum y su amenaza de emprender acciones legales contra las 11 mujeres que lo acusan de abusos sexuales: “Las declaraciones de Harvey sobre nosotras mintiendo son extremadamente hirientes y traumáticas, pero tampoco me sorprende. Sé en el fondo de mi corazón que hemos dicho la verdad y es algo que personalmente he sufrido durante diez años. Ha hecho más daño de lo que él o Magnum podrían imaginar”.

El reportaje que ha denunciado los hechos también detalla que en 2009 se informó a Magnum del comportamiento de su fotógrafo y asociado, y que durante una década no se tomó ningún tipo de medida. Pero alguna duda debió quedar en el aire o algún hecho precipitó que en enero de 2021 la agencia contratara a la abogada Susie al Qassab, especializada en conflictos laborales, para investigar la veracidad o no de todo lo que se afirmaba en el reportaje que destapó el comportamiento de Harvey.

El conocido fotoperiodista, nacido en San Francisco, comenzó a trabajar con Magnum en 1973 y en 1997 era socio de pleno derecho. Pero se convirtió en leyenda por su trabajo para la prestigiosa revista National Geographic durante 25 años, la misma tarea que realizaba el protagonista de Los puentes de Madison, que en el film desembarca en una tranquila localidad del interior de los Estados Unidos para hacer fotografías para un reportaje sobre los puentes cubiertos del condado de Madison. La versión oficial siempre ha sido que el fotógrafo que enamora en la película a Meryl Streep era pura invención, pero siempre ha existido una versión que relaciona el personaje con David Alan Harvey.

La película y la novela de Robert James Waller en la que estaba basada, que vendió más de 60 millones de ejemplares, provocó que muchos de sus lectores indagaran en National Geographic sobre la identidad de su protagonista, consultas que se multiplicaron cuando llegó a los cines.