Murió el director de cine Raúl de la Torre
Con el fallecimiento de Raúl de la Torre, ocurrido ayer como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio desaparece, a los 72 años, uno de los más talentosos directores cinematográficos cuya obra ocupó casi 30 años dentro de la historia de la pantalla local.
De la Torre había nacido en Zárate, el 19 de febrero de 1938, y cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional de La Plata, para egresar luego de la Escuela Nacional de Bellas Artes y de la Academia Superior de Artes Visuales. Apasionado desde joven por el cine, se dedicó a realizar numerosos films publicitarios y, ya con un sólido oficio, dirigió en 1967 el cortometraje Pro-música . Su primer largometraje fue Juan Lamaglia y Sra. , rodado en 1969, que le abrió un promisorio lugar entre los nuevos cineastas sesentistas, y así pasó a integrar el Grupo de los Cinco, junto a Alberto Fischerman, Juan José Stagnaro, Ricardo Becher y Néstor Paternostro. Con su ópera prima, De la Torre utilizó la elaboración de nuevas técnicas de actuación basadas en largos ensayos sin que los actores conociesen el guión, y poco después, en asociación con la por entonces guionista María Luisa Bemberg, realizó en 1971 Crónica de una señora , donde Graciela Borges se convierte en su actriz fetiche.
Recordá una secuencia de Funes, un gran amor:
Un año después dirigió Heroína , en la que se reveló como un agudo observador de la clase media alta argentina, con sus traumas y sus frustraciones. En 1973, y tras un fallido intento de recorrer con La revolución problemas ajenos a su sensibilidad, retomó las historias de clase con Sola (1976), a la que le siguieron El infierno tan temido (1980), basado en una adaptación de una obra de Juan Carlos Onetti, y Pubis angelical , guión basado en un libro de Manuel Puig. Con Pobre mariposa (1985) el realizador volvió a insertarse en ese mundo de complejos personajes y problematizadas situaciones, para en 1987 recalar en Color escondido , una historia que pretendía hacer participar al espectador de un compulsivo vacío existencial y sonoro. Luego de cinco años sin rodar, De la Torre dirigió en 1993 Funes, un gran amor , donde representaba un sórdido micromundo de un Buenos Aires pasado, y en 1995 dirigió Peperina , en el que registró uno de los últimos conciertos de Serú Girán, con Andrea del Boca como protagonista central, con quien vivió un largo romance.
Mirá una escena de Pubis Angelical:
Para la TV hizo la miniserie Patagonia se hizo así y, para España, dirigió Seis cuentos de Borges . En 1996 tuvo a su cargo la realización de Desarmadero , con Graciela Borges y Dalma Maradona, nunca estrenado, y en estos momentos daba los últimos toques al guión de Cuadros de una exposición , cuyo rodaje debía comenzar próximamente. Su filmografía se mostró en los principales festivales internacionales, donde algunas de sus películas recibieron importantes distinciones.
En 1981, la Fundación Konex lo eligió como una de las cinco mejores figuras de la historia del cine argentino, en tanto que la Cámara Junior lo consagró como uno de los diez jóvenes más sobresalientes del año. Sus restos recibirán sepultura hoy en un cementerio de Zárate, donde residía desde hacía algún tiempo.
Temas
Más leídas de Cine
Netflix. Los ladrones, el documental “deshonesto” que recrea el “robo del siglo” desde sus protagonistas
Estrenos de cine. Bigli, retrato de un hombre perdido en el que solo brilla Luis Luque
Estrenos de cine. El perro samurái es un divertido film de aventuras en Japón con el espíritu del gran Mel Brooks