
Previsible humor escatológico
1 minuto de lectura'
"Scary movie 2, otra película de miedo" ("Scary movie 2", Estados Unidos/2001). Dirección: Keenen Ivory Wayans. Con Shawn Wayans, Marlon Wayans, Anna Faris, Regina Hall, Chris Masterson, Kathleen Robertson, James Woods, Tim Curry, David Cross, Tori Spelling y Chris Elliott. Guión: Shawn Wayans, Marlon Wayans, Alyson Fouse, Greg Grabianski, Dave Polsky, Michael Anthony Snowden y Craig Wayans. Fotografía: Steven Bernstein. Edición: Peter Teschner y Richard Pearson. Música: Randy Spendlove. Producción de Dimension Films presentada por Buena Vista International. Duración: 82 minutos. Sólo apta para mayores de 16 años.
Nuestra opinión: mala.
Si el lector se toma el trabajo de revisar la ficha técnica precedente encontrará que en los créditos aparece la friolera de ¡siete! guionistas. La cantidad, esta vez, no hace a la calidad, ya que la segunda entrega de esta saga sustentada en la parodia a otras películas (especialmente del género de terror) no tiene un solo hallazgo estético, narrativo, interpretativo ni -en lo realmente imperdonable para una pretendida comedia- humorístico.
La idea de los hermanos Wayans (populares cómicos de la televisión estadounidense y propulsores de estos dos films) es repetir los esquemas que -con bastante mayor fortuna- hicieron famosos al trío integrado por Jim Abrahams, David y Jerry Zucker en "¿Y dónde está el piloto" y "La pistola desnuda": una andanada de gags físicos y verbales que tienen como sustento los guiños (siempre aumentados hasta la exageración) a otras exitosas películas.
Sin Marlon Brando
"Scary movie 2" arranca con una parodia a "El exorcista" con James Woods (en una aparición especial que en principio estaba destinada a Marlon Brando) haciendo de un cura inspirado en el personaje de Max von Sydow. A los pocos segundos, empiezan los baños de vómitos, excrementos, gases y chistes burdos. Porque "Scary movie" es la exaltación del mal gusto como forma de entretenimiento, el imperio del humor escatológico.
La película se reduce a 82 minutos (uno de los pocos hechos positivos es su escasa duración) de un grupo de patéticos estudiantes encerrados en una misteriosa mansión entre múltiples y satíricas referencias a films como "Titanic", "Sexto sentido", "Revelaciones", "La casa de la montaña embrujada", "Poltergeist", "Twister", "Los ángeles de Charlie", "El proyecto Blair Witch", "Hannibal", "El hombre sin sombra", "Matrix" y las espectaculares escenas de acción del cine asiático vistas en producciones como "El tigre y el dragón" o "The killer". A esta suerte de "metacine" se le suman también guiños a un reality show como "Survivor", a los libros de "Harry Potter" o a los comerciales de la firma Nike.
Con elementos propios del cine bizarro (baños de sangre, vísceras expuestas), un ingenuo toque de erotismo destinado a la platea adolescente y burlas supuestamente irreverentes hacia los homosexuales, los discapacitados, los animales o las diferencias raciales capaces de enfurecer a los cruzados de la corrección política, "Scary movie 2" es la aplicación de una mala fórmula que, para colmo, ya está agotada.






