
Un homenaje al cine clase Z
Respaldado por Quentin Tarantino, el talentoso Robert Rodriguez vuelve a la carga
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Robert Rodríguez vuelve a las andadas con una propuesta adrenalínica. En 2007, el amigo y muchas veces socio de Quentin Tarantino salió una vez más al ruedo para homenajear al cine clase Z, aquel que en la Argentina se veía en programas dobles y hasta triples en viejos cines del centro y de los barrios porteños, con igual pasión que los westerns spaghetti, o las propuestas orientales de karate y kung fu, o poco tiempo después en las cuádruples matinées de Sábados de Super Acción de Teleonce.
El resultado de la aventura fue Planet Terror, la propuesta que mezcla acción con persecuciones y explosiones, sangre a borbotones y terror gore, con infecciones y zombies que mañana estrenará Pachamama Cine. El film tiene como figuras centrales a la sensual actriz Rose McGowan (que fue pareja del director y acaba de recibir una firme propuesta para encarnar a la actriz porno Linda Lovelace en un film sobre su vida), Bruce Willis, Josh Brolin, Freddy Rodríguez, Fergie (la chica del grupo Black Eyed Peas, que ya había hecho algún genuino film clase Z), y el mismo Tarantino, entre otros.
Allí se narran las aventuras de Cherry, una bailarina a go-go que acaba de perder una pierna de manera violenta en una ruta (que reemplaza con la pata de una mesa y finalmente con una ametralladora) y Wray, su ex novio, no tienen más remedio que ponerse al frente de un espontáneo batallón de guerreros para hacer frente a zombies que parecen brotar de la tierra y lo infectan todo a su paso.
En realidad, Planet Terror es el primer episodio de un proyecto serial mucho más amplio de Rodriguez y Tarantino titulado Grindhouse , el nombre que se le daba en los Estados Unidos a las salas donde en los años 70 se proyectaban las clásicas películas "blax" y "sexploitation" (películas protagonizadas por actores afroamericanos, de acción y terror o con grotescos excesos sexuales) en condiciones bastante precarias y en copias deterioradas (en el estilo del Arizona y el Electric Palace de la calle Lavalle o el Atlantic, de la avenida Belgrano).
La segunda parte, firmada por Tarantino, es A prueba de muerte ( Death Proof ), una del subgénero slasher (el de psicópatas generalmente enmascarados, en episodios), que compitió en la sección oficial del Festival de Cannes de 2007, donde fue ovacionada. La película recrea las atrocidades de Stuntman Mike, encarnado por Kurt Russell, un psycho-killer cuya arma letal es un automóvil Chevy modelo Nova 1971/1972.
Sangre digital
Planet Terror saca partido de los efectos digitales, por ejemplo a la hora de reemplazar la pierna real de McGowan por una ametralladora, en rostros que burbujean y estallan o cuerpos faenados por los zombies, tarea que tuvo a su cargo el consagrado maquillador y actor Tom Savini.
Rodríguez, que acaba de cumplir 40 años, comenzó su carrera en 1993, poco después de invertir los 7000 dólares que le pagaron por unas cuantas transfusiones de sangre y algún experimento en su cuerpo, en la producción independiente El mariachi . El resultado se convirtió en visado a Hollywood, a tal punto que entusiasmó a los ejecutivos de la Columbia Pictures, que le compraron los derechos para una remake con mayor presupuesto y, de paso, lo contrataron para dirigirla. Mientras tanto, aquel borrador se convertía en éxito, no solo de público (en los Estados Unidos recaudó más de 2 millones de dólares) sino de festivales que lo premiaron por esos valores que el público cinéfilo detecta y convierte en objeto de culto.
La carrera de Rodríguez siguió con otro títulos importantes, en los que comenzaban a asomar diversos homenajes a aquel cine cóctel de géneros, como Desperado (la remake de El mariachi , esta vez con Antonio Banderas y Salma Hayek); el episodio Inconducta (del tríptico Cuatro habitaciones ); la película de vampiros Del crepúsculo al amanecer , que fue el debut en cine de George Clooney; Aulas peligrosas ; las tres entregas de la serie Mini espías , la delirante Erase una vez en México y, finalmente, la primera parte de Sin City, Ciudad del pecado , de la que ya tiene en carpeta sus dos entregas siguientes, basadas en los libros de cómics de Frank Miller, quien es su codirector.




