Una historia para conmover

"Ser digno de ser" ("Va, vis et deviens", Francia-Bélgica-Israel-Italia-Brasil/2005). Dirección y guión: Radu Mihailenu. Con Yael Abecassis, Roschdy Zem, Mosche Agasal, Mosche Abebe y otros. Fotografía: Rémy Chevrin. Música: Armand Amar. Presentada por Distribution Company Argentina. Hablada en arameo, hebreo y francés. Duración: 140 minutos. Calificación: sólo apta para mayores de 13 años.
Nuestra opinión: muy buena

El desarraigo se impone en ese 1984, cuando miles de africanos provenientes de países hambreados y amenazados se hallan en campamentos de Sudán. Un amplio proyecto gubernamental se encargará de llevar a los judíos provenientes de Etiopía hacia la tierra de Moisés, y entre ellos está un niño de nueve años a quien su madre cristiana lo obligará a declararse judío para sobrevivir al terror y a la persecución. Solo y con la vista fija en esa mujer que lo aleja de su lado, el pequeño llega a la Tierra Prometida.

Oficialmente huérfano, es adoptado por una familia francesa sefardí que vive en Tel Aviv y con ella crece temiendo que su secreto y sus mentiras sean descubiertas, ya que él no es ni judío ni huérfano. Es, simplemente, sólo un negro. Su nuevo nombre es Schlomo y, retraído y avergonzado, comenzará a crecer entre el cariño de su nueva familia, de la burla de sus compañeros de escuela y de un entorno en el que se mezclan el cariño de sus allegados y su secreto y obstinado sueño de volver a hallar nuevamente a su madre.

Con el transcurrir del tiempo, Schlomo siente cada vez con mayor fuerza el desarraigo a pesar de hallar el amor, de acercarse, al mismo tiempo, a la cultura occidental y al judaísmo y de lograr ascender en sus estudios de médico. La calidez y la ternura son los dos elementos básicos en que se apoya esta historia. El crecimiento de Schlomo es visto desde la óptica de alguien inmerso en un micromundo de confusiones territoriales y de la necesidad de volver a sus ancestros. En su vida hay momentos de alegría, instantes de rencor, días en que, descalzo, desea escapar hacia su lugar de origen. Todo en el film es tan conmovedor como provisto de búsquedas íntimas y de elementos insertos en la existencia de ese protagonista que, en definitiva, buscará un pasado que necesita para vivir el presente.

Dolor y esperanza

El director y guionista Radu Mihaileanu apuntó a abordar una gran variedad de aspectos como la identidad, la moral, la sociedad israelí y las relaciones entre los hombres en un mundo cada vez más complejo. De todo ello surge la figura de su protagonista en constante lucha a partir del éxodo y de la conversión a otras formas de vida. Bello en su mensaje y palpitante de humanidad en su relato, "Ser digno de ser" es uno de esos films dispuestos a conmover y a reflexionar. Con un elenco de indudable calidad, el realizador logra radiografiar ese micromundo en el que se mueven personajes sabios y dignos que ayudan a Schlomo a transitar un camino poblado de incertidumbres y de contrariedades.

Acercarse a esta historia en el que el amor y el sufrimiento se dan la mano es recrear un elemento tan humano como ser desarraigado y retornar a sus orígenes. Y es, también, seguir puntillosamente la vida de su protagonista en su permanente búsqueda de un pasado inserto en el dolor y en la esperanza de retornar a su tierra lejana y a esa madre que, con desgarro, lo aleja de sí para que su existencia pueda tener un destino más feliz.

Por Adolfo C. Martínez

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