
Una historia sobre la codicia y el poder
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"El plan perfecto" ("Inside Man", EE.UU./2005). Dirección: Spike Lee. Con Denzel Washington, Clive Owen, Jodie Foster, Christopher Plummer, Willem Dafoe y otros. Guión: Russell Gewirtz. Fotografía: Matthew Libatique. Música: Terence Blanchard. Presentada por United International Pictures. Hablada en inglés. Duración: 129 minutos. Calificación: sólo apta para mayores de 16 años
Nuestra opinión: muy buena
Con la mayor parte de los títulos de su filmografía, entre ellos "Malcom X" y "La hora 25", el director Spike Lee demostró una gran habilidad para plasmar en la pantalla provocativas críticas sociopolíticas que retan las creencias culturales establecidas, no sólo raciales sino también sociales y sexuales. Con "El plan perfecto", el exitoso realizador se inserta en la historia en torno de la irresistible atracción del poder, la fealdad de la codicia y la incógnita de un robo perfecto en un banco.
Los tres protagonistas clave -un detective ascendido que debe sobreponerse a un escándalo de corrupción, un brillante criminal que cambia constantemente de método para su tarea delictiva y una codiciosa abogada que siempre obtiene lo que sus clientes quieren- se enfrentan y chocan desde el momento en que una banda de criminales ingresa en un banco de Manhattan y toma casi un centenar de rehenes. El detective Keith es elegido para hacerse cargo de convencer al jefe de la banda de liberar a sus prisioneros, pero a éste sólo le interesa un misterioso documento que se halla en una caja de seguridad.
Russell, el cerebro del robo, es astuto, tranquilo y siempre controla la situación. El detective, por su parte, buceará más hondo en ese delito y comprobará que el asalto tiene sospechosas implicancias que lo alejan de un simple asalto, mientras Madeleine, la abogada, jugará un misterioso y astuto plan con el presidente del banco. Así, como en un extraño espiral, se descubrirá cuál es el verdadero motivo del delito, y con lealtades y motivos cuestionados, el detective se enfrasca en un arriesgado juego del gato y del ratón del que surgirán los verdaderos motivos del robo.
Cambios, giros y sorpresas abundan en la historia inserta en el suspenso y en la violencia. Si por momentos el relato obliga a estar permanentemente pendiente de cada una de sus escenas para armar este rompecabezas, no por ello el film recorre con astucia ese interés que es el sello permanente de toda la producción de Spike Lee, que aquí volvió a demostrar su talento para hacer de un guión interesante una producción en la que lo inesperado se asocia con lo tenebroso en torno de sus personajes y de la variedad de sus situaciones. El realizador volvió a poner de manifiesto aquí su hábil manejo de la cámara, contó con rubros técnicos de primer orden y apostó a un relato que, entre la codicia y la brutalidad, aporta un cada vez más elevado suspenso.
Los hilos invisibles van saliendo a la luz hasta su inesperado final, en tanto que los codiciosos apuestan a su dinero y los ladrones logran ese plan perfecto en el que, también, el detective y la abogada saldrán ganadores en medio de esta intrincada madeja. Denzel Washington vuelve a demostrar su idoneidad interpretativa como el detective envuelto en ese problematizado robo, mientras que Clive Owen y Jodie Foster lograr dar verosimilitud a sus personajes. El film queda, pues, como una impecable muestra de un género tan afín a la cinematografía norteamericana en un rubro, el de misteriosas claves de difícil resolución, y aporta una incertidumbre que, lentamente, arma este "puzzle" que lleva el sello personal de Spike Lee, un realizador que sabe manejar todos y cada uno de los resortes de esta historia que se sigue con indudable interés.



