
Cuando el polo era lento
La popularidad en tiempos de los próceres
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El 23 de noviembre de 1908 se casaron Sara Escalante, de 19 años, y el ingeniero Jorge Newbery, de 33, vecino de Belgrano (vivía en Moldes y Blanco Encalada). El novio era un gran deportista, aventurero, excelente bailarín de tango y hábil seductor. Se desempeñaba como director de Alumbrado de la Municipalidad de Buenos Aires.
La encantadora novia era una de las hijas de Wenceslao Escalante, ministro de más de un presidente, legislador, fundador de la Facultad de Agronomía y dueño de tierras en el partido de Pilar. En el acto civil actuaron como padrinos Arturo Peró, Federico Quintana, Tomás Vallée, Carlos Ibarguren, Federico Helguera y Aureliano Bosch. Fue una ceremonia sencilla debido al luto que guardaba la familia Newbery: cinco semanas antes habían perdido a Eduardo, que había partido en el globo aerostático Pampero junto con Eduardo Romero, y nunca más volvieron.
La llegada del pequeño Jorge Wenceslao al seno familiar no logró aplacar los temporales, y en 1910, antes de que se alcanzaran las bodas de algodón (dos años de matrimonio), la Justicia dictaminó el divorcio de la pareja. En aquel tiempo podían divorciarse si el juez consideraba que existían fundamentos. Pero los divorciados no podían casarse otra vez.
Cada cual siguió con su vida. En el caso de Newbery fue corta. En 1910 posó desnudo para los estudiantes de bellas artes (este sí fue un desnudo artístico) y en el plano profesional tuvo una actuación muy destacada en la iluminación por los festejos del centenario. También ese año se volcó a la aviación y se convirtió en uno de los promotores del vuelo en la Argentina. Murió en el Carnaval de 1914, cuando su avión se estrelló en la Cordillera.
Divorciada pero viuda, Sara Escalante pudo rehacer su vida. Durante un viaje a Madrid, donde buscaba respuestas médicas para la complicada salud de su hijo, conoció al español Antonio Maura. En aquella capital se casaron el 20 de octubre de 1917. Marcos Avellaneda actuó como testigo del matrimonio.
Luego de disfrutar de una feliz luna de miel europea viajaron a Buenos Aires. En esta capital, Sara dio a luz el 25 de junio de 1919. La recién nacida, Inés tiene sólo el apellido de la madre?tiene sólo el apellido de la madre?Maura Escalante, sería la madre del reconocido polista Huberto Roviralta.
En cuanto a Antonio Maura, fue representante de la compañía naviera Trasatlántica Española y se dedicó al comercio exterior. En tierras del partido de Pilar, que Wenceslao Escalante había legado a su hija, creó la granja Solórzano en sociedad con Pedro Pablo del Corral y Miguel Pando.
Cosechó amistades y se entusiasmó con un deporte: el polo. Armó un cancha para taquear con sus amigos los fines de semana. Todos tenían mucho más entusiasmo que técnica. Los caballos tampoco ayudaban a imprimirle velocidad al desplazamiento. Al verlos jugar muy despacio, Sara opinó que el equipo de ellos debía llamarse Tortugas. Le hicieron caso: en aquel terreno, Antonio Maura y sus amigos fundaron en 1930 el Club Tortugas que, poco tiempo después, se convertiría en el Tortugas Country Club.




