
Atractivo manifiesto contra el machismo
Moralamoralinmoral/ Intérpretes y directoras: Brenda Lucía Carlini, Agustina Fitzsimons, Milva Leonardi, Marta Salinas/ Asistente general: Julieta Ciochi/ Escenografía y vestuario: Mariana Tirantte/ Iluminación: Matías Sendón/ Sala: Espacio Callejón, Humahuaca 2759/ Funciones: miércoles, a las 21.25/ Duración: 60 minutos.
Nuestra opinión: muy buena
Cuatro chicas de entre 22 y 24 años, todas del interior y recién egresadas de la carrera de Composición Coreográfica con mención en Danza Teatro, se lanzan intrépidamente a la creación de una impactante obra que pone de manifiesto la clara conciencia de género de sus hacedoras, su mirada crítica hacia los estereotipos de la virilidad, la violencia machista, la tendencia a reducir a la mujer a mero objeto de consumo. Todo ello con un lenguaje dancístico contemporáneo, metáforas sutiles o figuras más directas, mucho dinamismo en el desarrollo de una serie de ejes narrativos que se van linkeando sucesivamente con mucha fluidez y una tensión que no decae. Ráfagas de humor incisivo y burlón en la primera parte van virando en forma casi imperceptible hacia un inconfortable dramatismo, que brota desde lo verbal y de imágenes de poderosa sugestión. Son cuatro mujeres que discurren sobre cuestiones que afectan, conciernen a las mujeres en general (pero que debieran interesar a todos los espectadores de mente abierta y buena fe).
En jeans con cinturones, camisas, borcegos -funcional vestuario provisto por Mariana Tirantte, responsable también del espacio y los precisos objetos escenográficos-, Brenda Lucía Carlini, Milva Leonardi, Agustina Fitzsimons y Marta Salinas son las creadoras, intérpretes y directoras de esta obra de danza teatro que se presenta en el marco de la Bienal de Arte Joven. Las dos primeras son de Cañada de Gómez, Santa Fe; la tercera, de Chivilcoy; la cuarta es salteña. Asimismo, habría que mencionar a la asistente general Julieta Ciochi, de Castelar, también compañera del IUNA, sostén y contención de este cuarteto que en el programa de mano agradece a Luis Biasotto y Luciana Acuña, a cargo de la cátedra de donde surge este trabajo tan provocador y jugado, que ilumina con su virtuosismos habitual Matías Sendón.
Moralamoralinmoral no intenta catequizar ni dar mensajes aleccionadores, sino más bien plantear al límite, con distintos recursos escénicos, ciertas situaciones aceptadas de la cotidianidad que vulneran los derechos, la dignidad de las mujeres. Las jóvenes autoras y bailarinas denotan una rica e intencionada inventiva y un ánimo desprejuiciado a la hora de representar temas ligados a diversas formas de violencia, sin achicarse frente a tabúes y dejando abiertas posibles lecturas de las escenas cuya carga simbólica es, en algunos casos, sorprendentemente osada.
Se trata, pues, de un espectáculo donde sus responsables se comprometen conceptualmente y se exponen físicamente, haciendo partícipe al público de un espíritu satírico (la secuencia de entrenamiento militar con grandes bigotes postizos y la marchita de ElLlanero Solitario es impagable) que se va volviendo perturbador hasta arribar finalmente a una shockeante culminación donde la extraña belleza de la imagen (una de las chicas, semidesnuda, es recubierta lentamente por la espuma blanca que sale de un aerosol previamente agitado por otra) dispara múltiples sentidos. En el medio, una escena de toreo que deviene danza y cante flamenco o un pas de quatre bailado al ritmo de "Hernando's Hideway" dan pruebas patentes de que la gracia y la plasticidad de este grupo femenino revela una destreza que casi desmiente su extrema juventud.





