
Bailarines en el show de la TV
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–¿Y de ShowMatch no te convocaron?
–¡Qué mal que le fue a River ayer!–, responde Maximiliano Guerra con una evasiva futbolera.
Octubre mostró a tres de los bailarines más reconocidos de la escena local en la pantalla de la TV. Guerra, sigue como jurado en el programa de mayor rating de Telefé, que va por sus instancias finales e incorpora ahora el voto del público para hacer de la competencia un verdadero reality show. Mientras que en el vecino Canal 13, "Bailando por un sueño" tuvo el lujo de recibir a otras dos figuras de la danza, de verdad.
El primero en prestigiar el ciclo que conduce Marcelo Tinelli, cuestionado, justamente, por el carácter de sus bailes, fue Hernán Piquín, estrella del Ballet Argentino de Julio Bocca y protagonista de Aniceto, el film de Leonardo Favio. Así abrió la ronda de jazz.
Diez días más tarde fue Iñaki Urlezaga el que desembarcó en el estudio de Ideas del Sur para inaugurar la sección Videos de divas del certamen, con un fraseo de movimiento de la entonces próxima a estrenar Carmina Burana, pero sobre un tema musical de Madonna (?). Al respecto, días más tarde, en charla con La Nacion, Urlezaga decía sentirse agradecido por la posibilidad que Tinelli le dio para "promocionar" su espectáculo. Y más allá de esa finalidad, consideró que ShowMatch "es un show donde pasa todo lo que existe, de lo mejor a lo peor".
Amén de su contrato con Telefé y considerando las seis funciones que tiene por delante, Guerra no adhiere al trueque televisivo de prestigio por publicidad. Recuerda: "Hace tres años fui con mi mujer a abrir «Bailando por un sueño» de esa época, cuando recién empezaba, cuando realmente se bailaba por un sueño y cuando el soñador era lo más importante", distingue el bailarín, quien sabe que "si tenés que vender un teatro, hacés todo lo que podés de prensa". Pero enseguida aclara: "Ahora yo no iría".





