De Duro de matar a la cárcel

John McTiernan nunca pensó que terminaría en problemas más difíciles de resolver que los que enfrentaron los protagonistas de algunos de sus films de acción más taquilleros, del John McClane de Duro de matar al Arnold Schwarzenegger de Depredador. Pero, salvo que la campaña "Free McTiernan" logre una postergación, en nueve días será encarcelado para cumplir un año de prisión por contratar a un detective privado para espiar a su productor Charles Roven (que luego haría la trilogía de Batman de Nolan), convencido de que quería sacarle el control de su film Rollerball y más tarde mentirles a los agentes del FBI al respecto.

Según sus defensores, McTiernan es un chivo expiatorio, ya que durante el juicio se constató que ningún otro cliente famoso de los que se vanagloriaba tener Anthony Pellicano fue siquiera acusado. Por lo pronto, la campaña ya cuenta con el respaldo de nombres como Thierry Fremaux, Brad Bird y Samuel L. Jackson.